El economista Gabriel Delgado, ex secretario de Agricultura y ex interventor de la frustrada incursión del Estado en Vicentin, insistió que la Argentina tiene que apostar para salir de la crisis a sectores claves como la agroindustria, para incrementar las exportaciones y salir “del péndulo de recesiones” de los últimos años. Confirmó que él está trabajando en parte de las leyes que se necesitan para lograr ese objetivo, y que luego deberían intentar compatibilizarse con las que presentaría el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA).
“Tenemos que hacer apuestas en sectores claves que nos saquen del péndulo de recesiones, empezar por terminar con las historias de confrontamiento descarnado para mí es el principio”, afirmó Delgado en declaraciones a CNN Radio, en el programa de Martín Melo.
El ex funcionario advirtió que la Argentina “en los últimos 45 años fue el segundo país del mundo con más recesiones, todas por falta de dólares: nos faltan 10 o 15.000 millones de dólares más de exportaciones para solucionar la brecha en el balance de pagos”, señaló.
“Entonces tenemos que elegir algunos sectores en donde poner las fichas, uno es Vaca Muerta y el otro es la agroindustria”, definió el economista, quien -junto a docente de la Fauba Fernando Vilella- acuño el término de “Vaca Viva” para referirse al potencial de la agroeconomía, como denomina al entramado que nace del campo. En vísperas del anuncio de la fallida expropiación a Vicentin, Delgado tuvo la chance de hablar sobre ese concepto con el presidente Alberto Fernández, quien luego varias veces utilizó en sus discursos la misma muletilla.
En ese sentido, Delgado destacó luego las coincidencias entre el Gobierno nacional y el flamante Consejo Agroindustrial, formado por 53 entidades y cámaras de la actividad productiva, incluyendo tres de la Mesa de Enlace.
“Hay una apertura muy grande del Presidente para avanzar en cuestiones legislativas que permitan cumplir con ese objetivo de 100.000 millones de dólares (de exportaciones) que tanto necesita la Argentina”, subrayó el economista.
Delgado, quien se desempeña en el INTA y se encuentra en comisión en el Congreso nacional, a las órdenes del titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, detalló que “estamos trabajando en un proyecto de ley que tiene como principal componente aumentar la exportación de alimentos para consumo humano”.
Pero aclaró que esa iniciativa no es la misma -al menos por ahora- que la que elabora el Consejo Agroindustrial, pues en la propuesta privada -que también está a medio escribir- se incluyen más cosas, especialmente el pedido de una rebaja generosa de las retenciones (para la soja se habla de bajarlas del 33% actual al 25%, y de eliminarlas para muchas economías regionales) y una suba de reintegros. En esos puntos de impacto directo en la recaudación fiscal no está muy claro que el bloque logre apoyo del gobierno.
En la confluencia de los proyectos se trabajaría las próximas semanas, si fuera posible.
Por lo tanto, Delgado dijo que las iniciativas de su puño y letra apuntan a “hacer verdad esto de que alimentamos a 400 millones de personas, porque ahora exportamos en parte alimentos para animales”, reconoció. Su objetivo declamado es comenzar a “exportar alimentos para humanos”. Esto, traducido, consiste en establecer una serie de estímulos para agregar valor a los granos y poder exportar carne en vez de maíz, aceite en vez de porotos de soja, o harina en vez de trigo.
El segundo componente de las leyes que está redactando apuntan a incrementar los volúmenes de las cosechas. Sucedería, si esto prospera, “con incentivos a las inversiones en bienes de capital y deducciones especiales para algunos insumos importantes”, como los fertilizantes y las semillas certificadas.
El tercer punto del plan Delgado es aprovechar el sistema regulatorio nacional para la promoción de los bioproductos, “a fin de que se radiquen aquí empresas de ciencia y técnica”, agregó.
En otro tramo del reportaje, Delgado reconoció que una de las limitantes a la expansión del agro es el pobre financiamiento con que cuentan los productores. “Los bancos se han metido en un negocio transaccional de muy corto plazo, con alta tasa de interés y se han retirado del financiamiento de la producción”, se quejó.
“Cuanto más pequeños son los productores tienen muchas dificultades para poder acceder al crédito”, criticó. Según el exfuncionario, “hay productores muy grandes en los que esto funciona, pero eso no es lo que necesitamos para el desarrollo del país y de las economías regionales”.
El sistema bancario, concluyó Delgado, “no tiene una función social, en el sentido de generar un sistema de crédito con repago, sin mora, con innovación en lo financiero, tratando de adaptarse a las necesidades de los productores, hay muy poco de eso”.