El precio de la leche en octubre, según informe el SIGLeA, fue de 475 pesos, lo que significa que no tuvo aumentos respecto del mes pasado y que, además, acumula una suba en pesos del 9% respecto del mismo periodo el año pasado. Esto se traduce en una pérdida importante en términos reales, ya que la inflación acumulada fue del 33%.
Medido en dólares, en tanto, el valor fue de 33 centavos, cuando el litro de leche llegó a valer 45 centavos pocos meses atrás. “El valor actual es el más bajo en dólares en los últimos dos años”, dijo Jorge Giraudo, director ejecutivo del Observatorio de la Cadena Láctea (OCLA), a Bichos de Campo.

Según explicó, la caída del precio al productor tiene que ver con la mayor oferta de mercadería, ya que la producción está creciendo en torno al 10% este año, y si bien las exportaciones tuvieron un incremento del 7% en volumen, los precios internacionales están bajando. Al mismo tiempo, el mercado interno cuenta con una alta oferta, fruto de la mayor producción primaria, y sigue mostrando signos de debilidad, o al menos no está en condiciones de pagar mejores precios.
Por otra parte, el freno del valor en pesos combinado con la devaluación de la moneda local, deprimieron su valoración en dólares.
“La baja en los precios internacionales de los lácteos, sumada a la depreciación del peso, hace que las ganancias de las exportaciones sean cada vez más ajustadas, limitando la capacidad de los productores y las industrias lácteas para sostenerse en mercados globales o incrementar envíos hacia ellos”, explicó Giraudo.
La baja en el precio internacional, añadió, es significativa y de los casi 4.000 dólares por tonelada de leche en polvo que se pagó hace pocos meses, ahora los negocios se pautan a 3.600, lo que limita la capacidad de pago de la mercadería a los tamberos.
La caída en el precio de la leche y la mejora en los valores de los granos también impactan negativamente en las relaciones de compras con los principales insumos del sector.
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“Las relaciones de precios desmejoraron significativamente. Con un litro de leche comprábamos 2,4 kilos de maíz y ahora 1,8 kilos. Si no se revierte la relación de precios pegará fuerte en los costos y en la rentabilidad del sector, señaló el directivo del OCLA.
Las buenas noticias vienen por el lado de los mejores precios de las vacas de refugo, es decir, las improductivas que van a faena. También lo hacen por el incremento de la producción, que mejora los niveles de facturación pero su impacto, depende mucho de la cantidad de leche que genere cada establecimiento, así como su eficiencia.




