La guerra comercial entre Estados Unidos y China escaló a dimensiones inimaginables. “Esto es digno de una serie de Netflix. Todo empezó con un tuit de Donald Trump que provocó bajas estrepitosas, y lo que empezó como amenaza, terminó con la suba del 25% en los aranceles de importación de productos chinos que están estimados en unos 300.000 millones de dólares”, dijo Federico Colombo, corredor de la consignataria Colombo y Magliano.
En una visita a Bichos de Campo, el analista comentó que “en Chicago las bajas en soja acumularon más de 10 dólares en una semana, bajando del nivel de 300 dólares en que estaba cotizando la tonelada”. Esto es de los valores más bajos que tiene la oleaginosa desde hasta por los menos once años.
El mercado local tuvo un comportamiento diferente, pero de todas maneras la soja tocó los peores precios en una década, arrimándose a los 200 dólares la tonelada. No obstante, Colombo comentó que “veníamos observando un fortalecimiento del precio en dólares en el mercado local. La soja cámara mayo, Mercado a Término, por ejemplo, llegó a picos de 215 dólares la tonelada”.
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La lectura a realizar, según Colombo, es que “al recrudecerse esta tensión, el mercado asiático viene a buscar la soja acá, lo que permite que los exportadores soporten estos bajones del mercado de referencia con la capacidad de pago, y así pueden acortar diferencias con lo que es un FAS teórico, que no es más que lo que vale la soja en Chicago menos los gastos de exportación que tenemos en Argentina (retenciones y gastos portuarios). Eso te da la capacidad de pago teórica del exportador o fábrica. Y con esto, la buena noticia de esta guerra, por mas que tengamos precios por el piso, es que estamos 3 a 4 dólares arriba del Fas teórico”.
El corredor advirtió que “seguimos con un mercado internacional sobreabastecido, no sólo de soja, sino también de trigo y maíz”, al tiempo que fue cauto en función de la supercosecha argentina que muchos vaticinan. “Tiene sus matices, ya que hay áreas como la del sudeste en donde los números no dan aunque los rindes sean buenos. Así y todo esa zona tuvo escasas lluvias y heladas, lo que no le dejó la misma calidad de rinde que tuvo por ejemplo el norte de Buenos Aires y sur de Santa Fe”, indicó.
Colombo dijo que “además tenemos que mirar la peste porcina en China. Esto, a la larga también se verá reflejado en un mayor interés de ese país por la carne porcina argentina, pero en el corto plazo debemos ver que la difusión de este virus, reduce la demanda de soja de parte de ese país, que no quiere el alimento para cerdos sino a los cerdos en sí, y por ende, esto hace bajar más el precio de la soja”.
Lo que se fortaleció mucho, según Colombo, es el trigo disponible, el cual “tuvo un excelente verano con precios muy buenos en cosecha. Luego bajó, y finalmente recompuso el valor, volviendo al piso de los 200 dólares la tonelada, lo cual alienta la siembra, apuntalada por las últimas lluvias que llenaron los perfiles del suelo”.
En cuanto al maíz, Colombo consideró que “es otro producto que llegó a valores superiores a los 6.600 pesos la tonelada, lo que equivale a unos 130 dólares la tonelada. Al contrario de la soja, ahora que ingresa la cosecha del maíz de segundo, la cual se estirará hasta julio- agosto, este cereal ve bajar su precio, en cambio la soja sube su valor en los siguientes meses. “Por eso decimos que aquel productor que tiene maíz seco, tiene una buena oportunidad para tomar este valor, porque luego el mismo bajará”, evaluó.
Sobre la cosecha de maíz argentino, Colombo dijo que “este año es para anotarlo y dejarlo en un cuadrito. Inédito. Además el maíz es un cereal con posibilidad de transformación. Por eso estaría bueno que en algún momento podamos tener planes productivos en serio, con incentivos, para que no dependa todo del mercado sino que podamos alimentar nuestra matriz productiva con tantas fábricas, feed lots y polleros, como lo hizo Brasil, que pudo desarrollar un programa agropecuario que trascendió a los gobiernos que pasaron”.
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Respecto de la forma de liquidar las operaciones de compra- venta de granos, luego de la reunión de Agroindustria con la AFIP, Colombo dijo que “hace mas de un mes que salió esto en el Boletín Oficial, lo que establece que las liquidaciones deban hacerse con el tipo de cambio comprador anterior al día de la factura, para así compensar las distorsiones que generan pérdidas para el productor”.
Lo que ocurre, según Colombo, es que “no está adecuada la plataforma administrativa para hacer estos cambios. La idea no es mala, pero en la práctica se nos hace difícil a nosotros, los liquidadores de granos de los productores, llevarlo a cabo. Uno liquida al tipo de cambio del comprador del día de la descarga, cuando uno pesifica, pero el plazo de pago entre que vos liquidás y el exportador te paga, es de 4 a 5 días, un plazo casi de contado, lo que hace que se deba procesar rápido la información”.
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Colombo también habló de la cebada, y dijo que “es un cultivo no muy recordado cuando hablamos de granos finos, y en este esquema comercial en que el doble cultivo trigo- soja siempre es el mejor. Lo que mas queremos desmitificar es el prejuicio que sostiene que las malterías exigen mucha calidad y que pueden rechazar mercadería. Nosotros queremos fomentar los convenios y remarcar que la cebada es un cultuvo que te entrega el lote casi un mes antes que el trigo, permitiéndote hacer la soja de segundo mucho más temprano”.