Comenzó la tradicional Expoagro de San Nicolás y con ella también inició el desfile de funcionarios y políticos marcado por el inicio de la campaña electoral, el calor y la polvareda de tierra.
El ex ministro de la ahora degrada Secretaria de Agricultura, Ganadería y Pesca, Julián Domínguez, fue de los primeros en aparecer y de inmediato se refirió a la sequía: “el impacto que tiene sobre las arcas fiscales es un tema de estado tan importante que sacude la negociación con el Fondo Monetario, en función de los recursos que del sector agropecuario este año no van a llegar”.
En ese marco, ¿brinda el Estado una ayuda lo suficientemente importante como para que los productores puedan seguir invirtiendo en la actividad? Domínguez reconoció no.
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“Todo es insuficiente y sobre todo cuando tenés sequía. Hay que terminar de evaluar el impacto. Hay que ver la situación de cada productor. La Ley de Emergencia te da un marco para prever situaciones fiscales, situaciones de financiamiento, pero después el productor te dice cómo encuentra financiamiento para seguir produciendo”, afirmó.
Y agregó: “En la Argentina hay un actor que es el contratista rural, que es quien mayor impacto tiene de la sequía. Lo que se está viendo es que se están replanteando toda la estrategia de financiamiento porque el productor esperaba tener un rendimiento que se ha caído y se ha caído mucho”.
-Vamos hacia una gran renegociación a mitad de año de todas las deudas del agro– le preguntamos.
-Sí, está claro que se va a una gran renegociación y un tema que quedó pendiente es ir a una nueva ley de arrendamiento que le dé previsibilidad, porque lo que perdés en un año, ¿cómo lo repones en los próximos? Yo creo que es necesaria una ley de arrendamiento por el cuidado de la tierra y por la previsibilidad del contratista, que es quien toma los riesgos y hace la inversión.