Los científicos del Servicio de Investigación Agrícola (ARS) del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) anunciaron este lunes que una potencial vacuna contra la Peste Porcina Africana (PPA), la enfermedad que en 2018 se llevó puesta casi una tercera parte del stock de cerdos de China, pasó una importante prueba de seguridad requerida para la aprobación regulatoria. Esto acerca más la posibilidad de una vacuna a escala comercial contra una enfermedad que todavía no tiene cura.
“La prueba es un hito importante como parte de una serie de estudios de seguridad. Estos nuevos resultados muestran que la vacuna candidata del USDA no vuelve a su virulencia normal después de ser inyectada en cerdos. Esta prueba de ‘reversión a la virulencia’ es necesaria para garantizar que la forma debilitada del virus de la PPA de la vacuna no vuelva a su estado original”, explicó el ARS en un comunicado.
“Este es un hito crítico para la vacuna candidata contra la peste porcina africana. Estos estudios de seguridad llevan a esta vacuna un paso más cerca de estar disponible en el mercado”, dijo Manuel Borca, científico del ARS que participa de los estudios.
Estos estudios de seguridad son necesarios para obtener la aprobación para su uso en Vietnam y, eventualmente, en otros países del mundo. Sin embargo, el uso comercial futuro dependerá de la aprobación del departamento de sanidad animal de cada país solicitante.
El virus está causando profundas pérdidas económicas a la industria porcina, pero todavía no ha habido ningún brote en Estados Unidos ni en América del Sur. Sí hubo un caso en República Dominicana a mediados de 2021. LPPA es altamente contagiosa y se propagó desde África (donde se detectó alrededor de 1905 en Tanzania) a la República de Georgia en 2007, y desde entonces se extendió por Europa Central y Asia. El virus no puede transmitirse de los cerdos a los humanos.
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“Es muy difícil predecir cómo la presión selectiva puede hacer que una vacuna viva atenuada vuelva a ser virulenta”, exlicó Douglas Gladue, otro científico del ARS. “En el caso de esta vacuna candidata en particular, ASFV-G-DI177L, eliminamos un gen, lo que dificulta que el virus simplemente vuelva a agregar el gen. Por lo tanto, esperábamos que la reversión a su forma original fuera poco probable”.
Una cepa de vacuna atenuada conserva gran parte de su composición genética y podría cambiar genéticamente cuando se expone a diversas circunstancias externas. Todas las vacunas vivas atenuadas son versiones debilitadas de un virus y se pueden usar como vacuna porque el virus de la vacuna viva no causará enfermedad y aún puede proporcionar inmunidad.
Esta investigación estadounidense se destaca en la ultima edición de la publicación especializada Viruses. La vacuna candidata fue seleccionada recientemente por la empresa Navetco para su desarrollo comercial en Vietnam. Esa firma se ha asociado con el USDA en la investigación y el desarrollo de vacunas contra la peste porcina africana desde 2020. El desarrollo adicional continuará una vez que la vacuna candidata reciba la aprobación regulatoria de Vietnam.