La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) hace varios años que se volvió portavoz de las producciones regionales ganándole ese espacio de representatividad a las entidades que conforman la Mesa de Enlace, y que suelen olvidar a los productores extrapampeanos de su menú de reclamos.
Pablo Vernengo tuvo mucho que ver con ese proceso porque siempre fue un activo portavoz ante los medios de las entidades de base que se agruparon en la CAME. Por eso Bichos de Campo le preguntó sobre la actualidad de esos sectores y la agenda que debe ser atendida en una próxima gestión de gobierno, agenda que no tuvo mucha presencia en la campaña electoral ni del oficialismo ni en la oposición.
“Varios candidatos trataron el tema de las economías regionales, lamentablemente han dicho cosas que dan cuenta de que desconocen lo que es el mundo de la Argentina profunda”, indicó Vernengo.
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“Hoy lo que se pide primero es tener políticas claras hacia ese tipo de productor, que es muy distinto a los que hacen la pampa húmeda. Acá trabaja el núcleo familiar, muy de lleno, son de generación en generación, por lo general, y muchas veces con mercados no transparentes. Lo que nos falta realmente es contener a estas pymes agropecuarias que no tienen espalda financiera, que saben que tienen que aumentar su productividad y para ello necesitan rentabilidad”, explicó el dirigente.
Otro tema que preocupa a la CAME tiene que ver con la cuestión impositiva. “Estamos pidiendo una ley que contemple beneficios impositivos que hoy nos castigan en forma drástica, no solo por las retenciones. Además necesitamos que las cargas patronales disminuyan y que pueda haber una verdadera compatibilidad con los planes sociales”.
En su momento el gobierno de Alberto Fernández dictó un decreto que así lo establecía (por la compatibilidad entre trabajo rural temporario y beneficios sociales), pero no fue otra cosa que letra muerta, pues los trabajadores temieron perder el subsidio social que consideraron más seguro que los jornales que pagan en las producciones regionales. La cultura del no trabajo a la que el sector aportó pagando sueldos que muchos consideran bajos, más allá de que no el resultado económico de una actividad no dé para pagar más.
“Fíjate que ahora se da un beneficio como es un nuevo IFE y no conseguimos trabajadores para levantar ni el arándano, ni la fruta fina, ni los cítricos dulces. Porque para tener ese IFE no tenés que tener trabajo registrado”, dijo el directivo de CAME.
Luego se refirió a cuestiones que tienen que ver con la provisión de insumos en las economías regionales: “Falta energía, sobre todo gasoil. No estamos pidiendo que llenemos las chatas para dar vuelta los domingos a la vuelta al perro, sino para ponerle a la cosechadora que tiene que levantar la caña de azúcar, que consume más o menos por jornada unos 200 litros, no tengamos cupos y que no nos permitan levantar la cosecha. Lo mismo nos pasa cuando tenemos que hacer pulverizaciones, cuando tenemos que hacer implantaciones. Es toda una secuencia que al estar alejado de los grandes centros urbanos, bueno, por ahí esas cosas no se escuchan”.
Vernengo dijo que es necesario que se cuente con una ley que promueva la actividad de las economías regionales y “que contemple que haya líneas de crédito con tasas razonables. Hoy en el mercado eso no hay. Y las pymes agropecuarias de esos 156.000 productores que hay en nuestra economía regional no tienen capacidad para presentar sus carpetas en orden dentro del sistema bancario. Por ende, siempre que se lleva la tajada, es el acopiador, el galpón de empaque que nos manejan los mercados o el operador frutihortícola”, reflexionó.
Lamentablemente, en un país que se dice federal, estas cuestiones: “vamos a ser sinceros, no estuvieron en la agenda. Sergio Massa, fue el que arrimó más el bochín con CAME y tuvo una participación activa pero primero hay que ordenar la macro. Sin una macro ordenada, todo lo demás que estamos hablando parece que estuviera fuera del contexto”.