La empresa de Cerveza Quilmes proyecta alcanzar una producción de 160 toneladas de lúpulo, uno de los ingredientes claves de la cerveza, a partir de 2025 en la localidad rionegrina de Fernández Oro, con una inversión de 3,5 millones de dólares.
En este proyecto, la firma sumaría 40 hectáreas a las 50 que ya tiene en producción en esa ciudad del alto valle de Río Negro.
Según datos oficiales, Río Negro tiene unas 160 hectáreas implantadas con lúpulo. En la denominada comarca andina, El Bolsón ocupa el 80% del total de producción. Pero el 20% restante se divide entre General Roca, Fernández Oro y Villa Regina, tres localidades de la zona del Alto Valle.
Prácticamente el 70% de lúpulo que se consume para la producción de cerveza en Argentina es importado, “con lo cual este tipo de inversiones impactan directamente en la sustitución de importaciones generando en nuestro país producción y trabajo local”, dijo a la agencia Télam el intendente de Fernández Oro, Mariano Levin.
Quilmes proyecta alcanzar las 90 hectáreas en esa localidad para la cosecha de 2024/25, y “pasar de 60 a 90 empleos directos, más los indirectos que se generan”, celebró Levin. En la actualidad cada hectárea en esa zona produce poco más de 1.000 kilos de lúpulo.
“La inversión no solo es para aumentar la superficie de producción sino que tiene que ver con la mejora en tecnología y la tecnificación de muchos procesos, como la de las principales potencias mundiales”, contó el intendente, quien celebró que “esto consolida a Río Negro como el principal productor de lúpulo de toda la Argentina, y a Fernández Oro la coloca entre las principales productoras del país”.
Según se informó, en una primera etapa la inversión estará destinada al aumento de la capacidad productiva, la incorporación de nuevas tecnologías para los procesos, mejoras en el sistema de riego y maquinaria agrícola. La segunda y tercera etapa apuntan a aumentar la calidad de la cosecha elevando los estándares actuales.
El ministro de Producción de Río Negro, Carlos Banacloy, destacó que “se está retomando esa agenda a partir de muchos esfuerzos importantes de los productores”. La chacra de Fernández Oro había quedado relegada en la estrategia de la compañía Quilmes “pero cuando surgió con fuerza la marca Patagonia, se decidió retomarla, sabemos que cada zona le da una particularidad especial al lúpulo y hoy Patagonia tiene una impronta local”, afirmó el funcionario.
Fernández Oro cuenta con una planta procesadora donde se procesan los lúpulos locales y los de la zona cordillerana. Allí se inicia el proceso de separación de la flor, el secado, enfardado y la peletización.