En la vorágine de la cotidianeidad quedó en el olvido una promesa del gobierno argentino relativa a la comercialización de maíz 2022/23.
En diciembre pasado, por medio de la resolución 182/2022, se habilitó la posibilidad de que los permisos de embarque de maíz 2021/22 puedan emplearse para la exportaciones de maíz 2022/23.
Gracias a esa “magia administrativa”, buena parte de las holgadas compras de maíz “viejo” (2021/22) podrán emplearse para realizar embarques comprometidos para la campaña comercial 2022/23, de manera tal que los exportadores pasaron así de estar “vendidos” a “sobrecomprados” en maíz y, por lo tanto, no tienen ningún apuro por originar nuevas partidas del cereal.
Esa intervención es la que explica la “tranquilidad” que muestran los precios del contrato Maíz Rosario Abril 2023 del Matba Rofex a pesar del desastre productivo que está experimentando el cereal de siembra temprana.
La cuestión es que la resolución 182/2022 también indica que “los mismos motivos de fuerza mayor podrán ser alegados por los actores de la cadena en caso de incurrir en incumplimiento respecto de los exportadores, quienes deberán admitir dicha circunstancia”.
Eso implica que si un productor no puede cumplir total o parcialmente con un forward de maíz 2022/23 porque perdió toda o parte de la cosecha prevista del cereal, entonces no estará obligado a entregar la mercadería en los plazos acordados o bien a pagar una multa por el incumplimiento.
Esa posibilidad, por supuesto, requiere una resolución complementaria para poder ser instrumentada, en los cuales deberían especificarse los pasos administrativos por seguir para quedar eximido del cumplimiento del forwards de maíz 2022/23 realizados de manera directa con empresas exportadoras.
Como los primeros lotes de maíz comercial “nuevo” comenzarán a cosecharse en marzo próximo, el tema debería ser resuelto en el transcurso del mes de febrero.
No digas que no te avisamos: El precio del maíz temprano 2022/23 podría ser un “espejismo”