Fue este jueves la séptima edición del Congreso Internacional de Innovación Láctea que la Bolsa de Comercio de Rosario, co-organizó con Adecoagro, el Grupo Chiavassa y el Banco de Alimentos de Rosario.
Una iniciativa de encuentro, capacitación, pero también un evento solidario que permitirá gracias a los sponsors de esta edición donar unos 56 mil litros de leche al BAR, con materia prima que se compra, que procesa Adecoagro, envasa TetraPak y que abastece a Rosario y el Gran Rosario, a través de la red del BAR, que se agregarán al millón de vasos de leche que ya 80 mil chicos recibieron en estos años, en un marco donde seis de cada diez niños sufre la inseguridad alimentaria.
Mientras el sector no puede dejar de ver una coyuntura preocupante, de tanto en tanto tiene estos paréntesis que lo invitan a pensar cómo avanzar y hacia dónde.
Durante la apertura fue Miguel Simioni, como presidente de la BCR, quien intentó despertar a los espacios representativos del sector al plantear una invitación, la de “acercarse a la Bolsa para buscar juntos herramientas que potencien al sector”, aludiendo a trabajos que se hicieron hace años, que se tienen a disposición como la generación de precios de referencia, la posibilidad de gestionar la resolución de conflictos, pero también la identificación de “oportunidades de profundizar el vínculo con mercados que operan en nuestra casa”, pero también abrir a la cadena las herramientas de financiamiento disponibles a través del Mercado Argentino de Valores.
Puede que en algún momento la cadena deje de debatir ideas estancas, que se anime a entender otras posibilidades y aproveche esta, la “predisposición de equipos técnicos para trabajar e innovar hacia los mercados”.
Para María Laura Rodríguez de Sanctis, gerente de Desarrollo de mercado de Capitales e Innovación de la BCR, “el propósito de seguir haciendo todos los años el Congreso es poner sobre la mesa hoy conversan, principalmente, los productores lácteos y que les generan inquietudes sobre cómo innovar en temas de gestión, tecnología, sostenibilidad, entre otros, para nuestra industria local y para la exportación”.
“La Bolsa tiene como propósito el desarrollo agropecuario y agroindustrial de la región, entonces con la consecuencia positiva de la donación de leche para quienes más lo necesitan, agregamos a nuestra tarea un gran impacto social”, explicó a Bichos de Campo.
Fue ella quien también coordinó un panel sobre “Ganaderas, ganadoras”, donde con tres testimonios se plasmaron realidades de empresas familiares, tamberas, importantes, pero también realistas, donde la clave estuvo dada por la importancia de la comunicación bien aplicada y el uso de tecnologías.
Victoria Maure, del Grupo Rivarola; Rocío Chiavassa, del Grupo Chiavassa; y Keysy Montechiari, del Establecimiento Montechiari, hablaron como líderes de empresas familiares ligadas a la lechería.
Coincidieron en la importancia del capital humano, en la generación de confianza para la concreción de objetivos; trabajar con flexibilidad desde los liderazgos para aportar el nuevo bienestar y seguridad que buscan los talentos de cada empresa; revalorizar la tareas y puestos clave de las mujeres.
Del mismo modo pusieron énfasis en la generación de información, de datos, para una mejor toma de decisiones. Es la tecnología la que ayuda a mejorar la toma de decisiones, la que permite hacer más atractiva a la actividad, adaptándola a la cultura de desempeño en las empresas. De todas maneras, la comunicación, la capacidad de escucha y comprensión es en definitiva la clave para el éxito de cada etapa empresarial.
El consultor Roberto Roncarolo, habló mucho sobre la conformación de equipos heterogéneos; la importancia de aprovechar los desafíos, de observar y planificar para mejorar las ejecuciones, ahorrando en los procesos de cambio, siempre bajo el monitoreo de los indicadores de gestión.
Fue Jorge Olmedo, profesional y productor de La Fayuca SA quien descontracturó los mensajes, hablando mucho más allá de la productividad, de la incorporación de tecnología y sincerando a la lechería, como una de las actividades más complejas con desafíos enormes cada día.
El tambo está constantemente “buscando intensificación y buscando sobrevivir”, esa mirada constante para alejarse del fracaso, permite ver que “la innovación no es para los creativos, es para los perseverantes que analizan sus procesos y conocen dónde les aprieta el zapato”, en un marco de aceleración de los cambios, donde algunos deciden arriesgar y otros esperar.
Cambiar los modelos mentales establecidos es el verdadero reto del eslabón primario para lograr competitividad, sustentado esto en una tarea de conseguir armonía entre estructura, tecnologías, procesos y equipos de trabajo.
Para este analista activo del sector “hay un tambo que todos los días puede ser más eficiente”, porque “no hay un negocio que tenga tantas oportunidades de mejora”, auque en paralelo se haga “el juego de las sillas” y cada jornada alguien se pueda quedar afuera.
Finalmente, Gonzalo Turri, director Ejecutivo de la Cooperativa Guillermo Lehmann, habló de “ser atractivos como organización hacia adentro, pero también hacia la sociedad”, siendo así que hay un camino por recorrer hacia la consecución de la “licencia social para el agro”, que las comunidades acompañen la forma en la que se seguirán produciendo cada vez más alimentos, sobre la base del conocimiento, contemplando al ambiente, a la sustentabilidad económica de las empresas y a la sociedad en esta tendencia de triple impacto.
“Los negocios evolucionan y las exigencias de los mercados también”, explicó sobre la necesidad de certificar la información de cada territorio, de tener medido los impactos ambientales en los territorios, tareas en las que la Cooperativa ya avanzó en cuanto a tener corroborados como libres de deforestación a tres departamentos de la provincia de Santa Fe; de haber medido el impacto ambiental en los tambos, e iniciando la tarea en cultivos como soja, maíz, girasol, trigo, sorgo y alfalfa.
Con la plantación de más de 66 mil árboles en 15 años, con el proyecto de medición de adaptación y captura de carbono en cinco variedades de eucaliptus, además de haber participado en la conformación del Programa de Carbono Argentino Neutro, cada una de las tareas debe establecerse en un marco de aceptación por parte de la comunidad, proponiendo “dialogar de modo armónico para instalar otro pensamiento”, para evitar la mirada negativa sobre lo que sucede en el campo.
La lechería no es sólo contenido técnico, exposición a las condiciones climáticas reinantes, el diseño de políticas y su aplicación, la vigencia de la economía, sino que también permite tener un momento para pensar hacia adelante, para mejorar hacia adentro y para concretar las optimizaciones en todas sus escalas y en cada fase de los eslabones de la cadena.