Para poder discutir con fundamentos el concepto de “renta extraordinaria” en el que se base la nueva ofensiva fiscal del gobierno, Luis Migliaro, el coordinador del equipo agropecuario de la UCR desde la Fundación Alem, realizó un interesante análisis para medir el poder de compra de la soja entre junio de 2021 y la actualidad. Concluyó que los productores de ese grano, lejos de incrementar sus niveles de ganancias por los altos precios, pueden comprar cada vez manos insumos productivos.
“Desde el gobierno insisten que, como consecuencia de factores externos, ya sea por problemas climáticos, producción, logística, la pandemia o del conflicto bélico, se producen en nuestro país ingresos extraordinarios en algunos sectores y muestran como ejemplo el agropecuario”, explicó Magliaro el sentido de su trabajo, que consistió en medir el poder de compra de la soja frente a ciertos insumos productivos, entre junio de 2021 y julio de 2022, para confirmar si efectivamente había una rentabilidad inesperada.
Por un lado, el análisis analizó frente a una tonelada de soja cuánto producto se podría adquirir en kilos de urea o litros de herbicidas (litros de glifosato, Paraquat o 2,4D).
De ese análisis surge que el último año hubo tres etapas: una primera de junio a octubre de 2021, que mostró estabilidad; otra segunda de noviembre 2021 a marzo 2022, donde el poder de comprar de la soja crece; y una tercera desde ese mes a la actualidad, donde “esa situación se revierte”.
“En el cuatrimestre abril/julio de 2022, para adquirir esos mismos productos se necesita un 17% más de soja, mientras que esa variación para los herbicidas llega a ser de entre un 17% y un 22% extra de soja”, alertó Migliaro.
El mismo ejercicio se repitió para analizar el poder de comprar de la soja frente al gasoil:
Para el experto de militancia radical, “Estos números solo demuestran que los incrementos generalizados en los insumos y en los granos es producto de la espiral inflacionaria, que supera el 70% entre las puntas analizadas, y no hay una ganancia extraordinaria para el sector”.
Solamente en el caso de la maquinaria agrícola, tomando la necesidad de los productores de reponer un tractor tipo, la soja recupera poder adquisitivo desde marzo pasado a la fecha.
“A esto se le debe adicionar el faltante algunos bienes esenciales, (combustible, cubiertas, repuestos, etc). Dicha situación genera un problema en sí mismo de aprovisionamiento y en algunos casos el pago de sobreprecios para conseguís dichos insumos”, apuntó el análisis.