El mercado mundial de la carne vacuna está “en llamas” y eso se refleja en los precios internacionales, los cuales, a diferencia de lo que sucede en la Argentina, son muy bien aprovechados por Brasil, Uruguay y Paraguay.
Los precios que paga Europa por los cortes que integran la cuota Hilton, según datos difundidos por la Asociación de Productores Exportadores (APEA), alcanzaron los 17.000 u$s/tonelada FOB. Se trata de precios récord.
Pero también China sigue pagando muy bien la carne vacuna. El garrón y brazuelo cotizan en más de 8000 u$s/tonelada. Se trata de un precio histórico que supera incluso los niveles altísimos registrados a fines de 2019.
La intensa demanda global se traduce en más exportaciones de todos los países del Mercosur, menos de la Argentina, cuyo gobierno, increíblemente, decidió restringir las ventas externas de carne bovina a pesar de que el país está atravesando una crisis económica por déficit de divisas.
“Se están perdiendo muchos negocios en un contexto global demandante. Los países vecinos crecen en ventas al extranjero de carne vacuna, pero la Argentina retrocede por un castigo autoinflingido” dijo el consultor Miguel Gorelik, director de Valorcarne.
“Los embarques de Brasil y Uruguay aumentaron 37% y 16% interanual, respectivamente, en el primer trimestre de este año y con valores también en alza. China vuelve a ser protagonista y es el principal cliente de ambos países. Uruguay registra también mejoras en las ventas a Chile y Estados Unidos, aunque caídas en Israel y la Unión Europea”, explicó.
Para tener una referencia: en los primeros tres meses del año Brasil exportó nada menos que 460.000 toneladas de cortes bovinos, que es (en el mejor de los casos) mucho más de la mitad de lo que exportarán los frigoríficos argentinos en todo el año.
Lo triste, según comenta Gorelik, es que “Argentina podría llegar a vender al menos el mismo volumen que en 2020, cuando se alcanzaron las 900.000 toneladas y quizás incluso superarlo”.
En tanto, Uruguay lleva exportadas 140.000 toneladas de carne vacuna este año y apunta por lo menos a las 550.000 en todo el 2022, aunque ese objetivo podría ser superado si logra mayores niveles de faena.
Argentina, en tanto, que en 2021 exportó una 800.000 toneladas, este año estará bastante más debajo de esa cifra a partir de las crecientes restricciones que está aplicando el gobierno de Alberto Fernández.
La “retirada” de la Argentina del negocio les está reportando beneficios a las cadenas de ganados y carnes de esos dos países, que venden más y a mejores precios y, al mismo tiempo, perjudica al sector empresario y afecta a los trabajadores cárnicos.