El Gobierno bonaerense dispuso nuevas obligaciones para los usuarios y comerciantes de agroquímicos, al emitir una norma que ratifica la prohibición de “abandono, vertido, quema en el campo, entierro o reutilización” de envases vacíos de fitosanitarios e impone nuevas exigencias a los distribuidores de dichos insumos. La disposición está en línea con la ley nacional sancionada en 2016 que obliga al sector agrícola a un iniciar un proceso de reciclado de los bidones plásticos, que recién ahora está tomando velocidad.
Mediante la Resolución 505/19, publicada este jueves en el Boletín Oficial bonaerense, el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS) modificó la norma que regulaba la disposición y el reciclado de esos envases de agroquímicos en territorio provincial.
Había una resolución previa (la 327/17) que disponía que el aplicador podía almacenar envases vacíos por un año en depósitos separados “de líneas municipales o ejes divisorios de predios” y alejados (a 500 metros o más) de ríos, escuelas, hospitales y clubes. La nueva normativa además exige que el depósito esté “señalizado como lugar de almacenamiento de envases vacíos de fitosanitarios” y establece que debe estar alejado de sitios en donde se guarden “alimentos destinados al consumo humano o animal”.
También se obliga ahora a los responsables a dar cuenta de la totalidad de “envases vacíos de fitosanitarios puestos en el mercado el año anterior, clasificando dicha información de acuerdo al tipo de material, banda toxicológica y al volumen en litros de los mismos”.
En los fundamentos de la medida se afirma que “muchos de los fitosanitarios empleados en las actividades agrícolas desarrolladas en la provincia de Buenos Aires representan un riesgo para la salud humana, por lo que deben extremarse todas las medidas tendientes a minimizarlo”.
Además, se pretende “una adecuada gestión de los envases vacíos de fitosanitarios y sus contenidos remanentes, disminuirá considerablemente los riesgos de contaminación y de intoxicaciones accidentales en niños y personas que manipulan, reutilizan o toman contacto con los envases”.