La Subsecretaría de Ganadería definió este viernes que la crucial fotografía para conocer el stock de bovinos de la Argentina se tomará los 31 de diciembre de cada año, a partir de los datos generados por el Sistema Integrado de Gestión de Sanidad Animal (SIGSA) del Senasa. Pero como esa fotografía tiene que ser necesariamente retocada (para quitarle el ruido de los movimientos de hacienda y otros factores circunstanciales), el dato definitivo se difundirá a mediados de abril de cada año.
Hasta ahora, el stock bovino era calculado con una fotografía que era tomada los días 31 de marzo. Esto fue así porque Jorge Dillón, ex secretario de Ganadería y ex director de Sanidad Animal del Senasa, tomó esa fecha en 2008 y así se mantuvo con el correr de los años. Esta decisión fue la que permitió observar con mucha claridad la enorme liquidación que generaron las políticas nefastas de intervención de Guillermo Moreno sobre la cadena ganadera, con la pérdida de más de 10 millones de bovinos.
La fecha de esa fotografía no se podía alterar porque entonces el resultado sería totalmente distinta.
A punto de dejar el gobierno, el equipo de Ganadería liderado ahora por Rodrigo Troncoso, tomó en octubre pasado la decisión de crear una Comisión de Trabajo de Seguimiento de las Existencias Pecuarias, que estuvo trabajando estas últimas semanas y emitió ahora un Manual Operativo para establecer el stock de bovinos y otras especies productivas. Esa metodología fue aprobada en una disposición publicada en el Boletín Oficial.
¿Qué se definió? En principio, desde el Ministerio de Agricultura se coincidió en que el SIGSA (que gestiona toda la información sanitaria que requiere el Senasa) “ha resultado una excelente herramienta estadística para calcular el rodeo pecuario” argentino. Es este un espaldarazo a la decisión tomada hace más de una década por Dillon, que permitió contar con información fiable durante todos estos años en los que muchas otras series estadísticas fueron manipuladas de mal modo.
Pero además resulta esta decisión un respaldo a las series sobre el stock ganadro publicadas desde Senasa y Agricultura frente a otra polémica que estalló en los últimos días, tras la presentación de los datos preliminares del Censo Nacional Agropecuario (CNA 2018) del INDEC, que determinó existencias de bovinos y otras especies mucho (pero mucho) menores a las que informaba habitualmente el gobierno. La abismal distancia entre una y otra serie estadística, de casi 20%, fue justificada en que las fotografías eran tomadas en diferentes momentos del año. Pero no convenció a nadie.
Como el Censo se realiza cada diez años (con suerte en este país indisciplinado) y el dato del stock se necesita con mucha mayor frecuencia, Troncoso convocó entonces a esta comisión que decidió lo siguiente:
- El stock bovino comenzará a calcularse el 31 de diciembre de cada año, para que este dato coincida con otras series ganaderas, como la de producción, consumo o exportaciones de carne.
- En los próximos días, Agricultura publicará una primera serie de diez años para atrás con el stock a cada 31 de diciembre, como para que los nuevos datos que surjan de aquí en más tengan una base de comparación histórica.
- A pesar de esta decisión, el gobierno seguirá tomando una fotografía como hasta ahora, todos los 31 de marzo, para no discontinuar aquella serie original y en todo caso permitir una transición ordenada de una seria a las otras. Será decisión del próximo gobierno definir por cuanto tiempo desea mantener esta doble medición.
- Los dos datos, el stock a diciembre y el stock a marzo, se difundirán todos los años a mediados de abril. Esto es así porque la fotografía debe ser revisada y perfeccionada, ya que el SIGSA toma los datos de existencia de cada establecimiento o RENSPA (puede haber varios productores en un mismo campo), pero a la vez sucede que hay un montón de ganado en tránsito, ya sean entre establecimientos o para faena.
El manual aprobado describe la complejidad del asunto. Explica que “el SIGSA funciona como el software de gestión administrativa del SENASA, donde el productor debe tramitar su inscripción en el Registro Nacional Sanitario de Productores Agropecuarios (RENSPA), que informe las novedades sanitarias de su establecimiento y gestione los movimientos de hacienda. Este sistema posibilita llevar un historial detallado de cada productor o establecimiento ganadero, la actualización de sus existencias ganaderas, sus registros de antecedentes sanitarios y genera la documentación oficial que respalda los movimientos de ganado a través del Documento de Tránsito Electrónico (DTe), el cual describe las características de la tropa movilizada, origen y destino de la misma”.
Para hacer una correcta lectura de los datos que de allí surjan, la disposición firmada por Troncoso también define que la Comisión de Seguimiento de las Existencias estará formada por representantes de la Subsecretaría de Ganadería, de la Dirección Nacional de Análisis Económico Agroindustrial, y de la Dirección Nacional de Sanidad Animal del Senasa.