Hay otro producto agropecuario que está dando buenas noticias, pero del que poco se habla en medio de la fuerte escalada de la soja y otros commodities agrícolas.
La leche en polvo está cotizando desde hace varias semanas por encima de los 4.000 dólares por tonelada y estas es una muy buena noticia por dos razones: es el producto lácteo más exportado por la Argentina y además es una de las claves para que la industria láctea local pueda recomponer un poco los bajos precios de la leche que se le pagan al productor. Dicho de otro modo, si no existieran estos buenos precios en el mercado internacional, la situación de los tambos locales sería de catástrofe.
La Leche en Polvo Entera toma precios de referencia en las subastas del Global Dairy Trade. Allí primero hubo una suba muy fuerte el 23 de marzo: ese producto trepó un 21% y nadie pensaba que iba a sostenerse. Pero en abril siguió en esos niveles, por encima de los 4.000 dólares por tonelada.
“Los actuales son los valores más altos alcanzados desde 2013 y 2014, cuando en aquella oportunidad se alcanzaron cifras récord de más de 5.000 dólares”, indicó un reporte del OCLA (Observatorio de la Cadena Láctea).
Informa el OCLA que en la última subasta de ese mercado de referencia hubo una pequeña corrección bajista, pero que aún así la Leche en Polvo Entera cotizó a 4.115 dólares por tonelada. Y “los contratos a futuro del GDT también mantienen los valores por encima de los 4.000 dólares”.
En el NZX (que es el mercado de futuros de Nueva Zelanda), los precios son incluso superiores al GDT para los meses de mayo y junio, pero caen a partir de julio hasta llegar a un valor de 3.725 dólares por toneladas para el mes de noviembre, es decir 9,5% menos que el disponible (unos 390 dólares menos.), apunta el informe.
El OCLA observó si fuera de Nueva Zelandia, que fija precios de referencia en su condición de gran exportador, este escenario de altos precios se repite. Según publica el European Milk Market Observatory, “hay una gran diferencia entre los precios de Oceanía (4.088 dólares/ton.) con los precios de Estados Unidos (3.836 dólares) y de la Unión Europea (3.755 dólares).
Una situación similar se da en América Latina, donde los precios de la leche en polvo rondan entre 3.750 y 3.850 dólares, es decir bastante lejos de los valores logrados por Nueva Zelandia, que evidentemente están influenciados por las compras de Chinas y por la proximidad comercial de Nueva Zelanda con todo el Sudeste de Asia, donde se concentra la demanda.
“Por lo tanto, debemos seguir muy atentos al desenvolvimiento de los mercados en los próximos meses para observar si se produce una convergencia hacia los precios de Nueva Zelanda en el resto de los mercados extra China y Sudeste Asiático, que son lo que realmente interesan a las exportaciones de Argentina”, indicó el OCLA, que de todos modos considera que estos precios “son alentadores para incentivar las exportaciones”.
Ese negocio en la Argentina soporta varias restricciones: los derechos de exportación se mantienen en 9%, hay bajos reintegros, no hay preferencias arancelarias por falta de acuerdos comerciales y además el tipo de cambio está visiblemente atrasado. Pero de todos modos mantiene un buen ritmo de exportación. Los datos oficiales son recién los del primer bimestre, es decir previos a esta suba de precios. La leche en polvo representaba más de la mitad de las ventas en ese bimestre, pero se mantenían estables en torno a los 35 mil toneladas. Hasta ese momento el precio era apenas superior a los 3.000 dólares.