Uno de los capítulos más dolorosos del impacto de la sequía tiene que ver con la ganadería, dado que los animales acusan los efectos de la falta de precipitación y las altas temperaturas, a la vez que se ve reducido el acceso al agua para beber y el alimento.
En lo que tiene que ver con los rodeos bovinos de cría, invernada y de producción lechera, el INTA Rafaela elaboró una serie de recomendaciones y estrategias técnicas para abordar el manejo en las actuales condiciones, y de esta forma lograr atravesar el momento adverso.
Empezando por la producción de leche, la primera recomendación tiene que ver con la administración de los forrajes y las pasturas. De acuerdo a los especialistas, “Es de suma importancia asegurarnos todo el forraje del que podamos disponer en el establecimiento. Para esto debemos considerar picar todo lo que haya disponible en los potreros (cultivos de maíz, sorgo y soja), siempre teniendo especial cuidado con las mico toxinas. Es por esto que se recomienda inocular durante el momento de confección y realizar análisis de los forrajes producidos”.
Ante la falta de lluvias en el momento de la siembra de maíz, muchos productores aprovecharon los milímetros recibidos durante los últimos días para implantar, de forma muy tardía. Entonces, en el contexto actual de déficit de agua en el perfil y napas a más de 3 metros, dependemos de las lluvias que vendrán por ende los riesgos en el atraso de la fecha de siempre están relacionados a la ocurrencia de heladas tempranas. Desde el organismo “se aconseja consultar los ciclos de los materiales disponibles en el mercado. Otra cuestión a considerar es la utilización de híbridos con eventos de resistencia a plagas. Después del maíz podemos implantar un trigo para silaje o cosecha”.
Sobre el manejo de los rumiantes, los especialistas recomiendan modificar algunas pautas, con el objetivo de disminuir los requerimientos nutricionales de los animales y de esta forma mantener la fertilidad de las vacas lo más alto posible. Algunas de ella son:
- Eficiencia en el manejo de los recursos alimenticios.
- Minimizar desperdicios en el suministro
- En lo posible mezclar bien los alimentos (mixer) para evitar selección.
- Descarte por problemas de patas, mastitis, reproducción.
- No descuidar las secas. Que no pierdan estado
- Suplementación con minerales.
- Agua y sombra.
En cuanto a los rodeos de cría e invernada, la clave está en la disponibilidad de agua y alimento. De acuerdo al trabajo de los especialistas, en los planteos de invernada, ante la disminución de oferta forrajera, si las condiciones climáticas comienzan a normalizarse, en lo que queda del mes de enero y hasta el 15 de febrero, “se podrían realizar siembras tardías de cultivos de verano con destino a reserva (silaje, rollos o diferido), teniendo en cuenta que estos sistemas generalmente se desarrollan en ambientes de suelos clase 4 o 5 con restricciones, el sorgo es una muy buena opción”.
A su vez, recomiendan ajustar la carga del rodeo, y realizar un correcto balance de la producción de forraje para ajustar la carga animal. “A las tropas de animales en terminación o semigordos, venderlos enseguida o priorizar su alimentación tratando de acelerar el engorde para venderlos lo antes posible (en aquellos casos que todavía hay alimento disponible). A las categorías menores, de acuerdo a la oferta de pasto y reservas disponibles, formular dietas que puedan tener una ganancia mínima de peso diario para aprovechar luego el crecimiento compensatorio cuando mejoren las condiciones de oferta forrajera (a mediano plazo).
Tener mucho cuidado en el manejo de los novillos raza holando, en éstos no sería conveniente una restricción de alimentos, ya que el crecimiento compensatorio no se manifiesta de la misma manera que en los animales cruzas. En holando sería mejor la venta como invernada liviana o capitalización a feedlots a un % del aumento de peso (negocio difícil de lograr)”.
Sobre el agua, el trabajo presentado explica que el consumo potencial de agua depende del peso del animal, estado fisiológico y temperatura del ambiente. “A medida que se incrementa el peso del animal, es mayor el consumo de agua. En general, un animal adulto puede consumir aproximadamente el 8 – 10% de su peso en agua: un novillo de 400 Kg. podrá ingerir 40 litros por día. Con temperaturas del ambiente extremas, se incrementa el consumo de agua por parte del animal. En los casos en los que se realizan mezclas de agua, hacerlo de forma gradual, para lograr un acostumbramiento del animal a la calidad de la misma. De ser posible, tratar disminuir la distancia o el recorrido hacia a las aguadas, para tal caso se recomienda utilizar aguadas móviles.
Hace unos días, el organismo realizó una charla virtual para ahondar en estos conceptos. Se puede ver completa acá:
Cada establecimiento agropecuario es una situación particular. Como estrategia general para afrontar los períodos secos, es aconsejable manejar y ajustar las cargas de acuerdo a la oferta de recursos alimenticios del establecimiento, debido a que en la actualidad la relación carne-granos no es favorable, por lo tanto “no conviene sostener una alta carga animal comprando alimentos” expliicaron.
Este trabajo se realizó a través de la vinculación de los equipos técnicos del Área de Desarrollo Rural de la zona centro de Santa Fe, pertenecientes a la EEA Rafaela. Participaron las Agencias de Extensión Rural de Carlos Pellegrini, Castellanos, Ceres, Esperanza, Gálvez, Monte Vera, San Cristóbal y San Justo.