Hay posibilidades de que Argentina pueda crecer en producción porcina, y no necesariamente de la mano de jugadores externos. De eso se muestra convencido Juan Manuel Bautista, el gerente comercial de Agroceres PIC Argentina, un grupo de origen brasileño que se dedica al mejoramiento genético porcino de hembras y reproductores. “Argentina podría duplicar su producción porcina, casi sin necesidad de inversiones chinas”, estableció el especialista.
En diálogo con a Bichos de Campo, de todos modos, Bautista aclaró: “Por supuesto que bienvenidas sean las inversiones de todo tipo”, haciendo alusión a la posible instalación de mega-granjas porcinas para abastecer de carne directamente a China. Ese proyecto, que está siendo negociado a nivel de gobiernos, implicaría que el país deba duplicar su stock de madres, que actualmente es de unas 400.000 ejemplares, y también su producción de carne de cerdo, desde las 800 mil toneladas que se logran actualmente.
Pero según Bautista, si Argentina se planteara mejorar por las suyas y fijara algunas condiciones de juego, como por ejemplo financiamiento a valores lógicos o cuestiones impositivas como la devolución del IVA en las inversiones, la producción porcina despegaría sin necesidad de apalancamiento desde el exterior. “La producción de cerdos tiene una inversión inicial muy alta. Por eso con reglas claras el inversor argentino podría innovar y arriesgar”, aseguró.
Mirá la entrevista a Juan Manuel Bautista:
Pese a las reglas de juego difusas para este negocio, la genética es según Bautista un gran aporte en la producción porcina argentina. “Mejoró la productividad, la calidad de carne, la resistencia a enfermedades, la velocidad de crecimiento, la conversión del alimento. Es decir que cada vez necesitás menos alimentos para producir más kilos de cerdo. Mejoró también las tecnologías de manejo y el bienestar animal. Al definirte la cantidad de lechones producidos por un lado, y los tiempos de terminación por el otro, se puede acomodar el programa de producción”, remarcó.
Bautista recordó que, cuando empezó a trabajar en el sector en 1990 “los sistemas requerían más barro, botas de goma y esfuerzo que tecnología”. Con el correr de los años, el manejo porcino fue mejorando. Y en los últimos 10 años la evolución fue, en palabras de Bautista, “monstruosa”.
“A nosotros mismos, que estamos dentro del negocio, nos sorprendemos de la evolución”, afirmó. Los criaderos se miden, de acuerdo a Bautista, por kilos producidos por madre instalada. Y mientras antes alcanzaban un objetivo de 2.500 kilos de carne equivalente por madre y por año, hoy llegan a los 4.000 kilos. Y mejorando otros aspectos como el manejo, la sanidad y la alimentación, gracias sobre todo a la genética.
Agroceres PIC nació de una asociación entre el Grupo Agroceres de Brasil, dedicado a varios agronegocios, y la firma inglesa PIC (Pig Improvement Company), lo que permitió implantar en Brasil el primer núcleo genético de animales de elite. “En Argentina arrancó como PIC, pero en 2001 se transformó en Agroceres PIC Argentina, y ahí empezamos a trabajar fuerte en el mejoramiento genético, tratando de incorporar tecnología”, recordó Bautista.
El empresario aclaró que no tienen producción propia, sino que la producción de PIC está tercerizada en el mundo, y que funcionan mediante asociación con productores, replicando y comercializando el programa genético en sus granjas. “Entregamos animales en pie y semen o genética líquida, y a su vez hacemos una federalización de la genética, logrando que tanto el productor más grande, de 12 mil madres, como el más chico, de 50 madres, reciban el mismo valor genético dentro de una botellita de semen”, aseguró.
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De acuerdo con Bautista, la Argentina ya no produce más chanchos sino “carne de calidad, con trazabilidad y una calidad alimentaria y nutritiva que no teníamos en otro momento”.
“Esto te permite pensar en el mercado interno y también en la exportación, porque antes dependíamos netamente de Brasil, pero si hoy mirás la foto, cayeron 47% las importaciones y aumentaron casi el 50% las exportaciones. Cambió el cuadro, la producción, la mentalidad y la visión del productor de cerdos de Argentina”, destacó.
Ahora bien, ¿Podría jugar en primera Argentina?, sobre todo considerando que, pese a las mejoras, la carne porcina en el país todavía se ubica alejada del consumo de carne vacuna y aviar. Según el gerente comercial de Agroceres PIC, “Argentina, debería ser un jugador importante en la producción de carne de cerdo en el mundo, en un plazo corto. La carne de cerdo es la más eficiente para producir y es la más consumida en el mundo, y acá podría crecer mucho más su consumo”.
Bautista ve mucho potencial para esta carne. “Podríamos duplicar y hasta triplicar las madres. Tenemos capacidad técnica, tenemos producción de granos aunque sea mínimo lo que se destine a cerdos. Tenemos clima y seguridad alimentaria, ya que somos libres de todas las enfermedades de impacto económico, con un buen trabajo del Senasa y de la actividad privada”, resaltó.