El analista económico Salvador Di Stéfano tuvo una mirada crítica de las medidas económicas anunciadas, tales como la devaluación del peso así como el incremento en algunos impuestos, por caso los que se aplican a la importación y el regreso de las retenciones.
“Hay medidas macro que son importantes y que van a llevar a una estabilidad en el futuro, como por ejemplo en el frente fiscal. El único problema que tiene esa medida macro es que no han contemplado la micro. Es importante tener superávit fiscal, recuperar el crédito y bajar el riego país. También es importante la micro. Anclame al mundo aumentándome los salarios, porque si no es como que a un argentino lo tires en Estados Unidos y le digas; ‘tomá ahí 30 días con tu sueldo’”, explicó.
Lo que pide Di Stéfano es que al mismo tiempo que se toman las medidas que supuestamente llevarán a un orden macroeconómico haya una política de Estado de contención de los efectos adversos.
“Al gobernante de turno que le dé al campo más rentabilidad yo me paro y lo aplaudo. Al mejor gobernante de la Argentina que el campo le quite rentabilidad yo me paro y lo critico. Viene el Papa y dice: ‘hermanos, los voy a llevar al cielo y luego me sube las retenciones’, yo lo voy a criticar. No quiero el cielo con suba de retenciones, tampoco quiero el infierno sin retenciones, quiero algo normal”, insistió el analista.
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Lo que dice Di Stéfano es que en este contexto las medidas deberían ir acompañadas de la solución al problema que generan.
Según esta mirada, los funcionarios que recientemente asumieron “creyeron que con la devaluación ya le dieron bastante al campo, pero el sector sigue teniendo dos tipos de cambio, uno para exportar y otro para importar. Decir ‘te devalué y eso te mejoró la rentabilidad’, no existe. No es la devaluación, estúpido, el problema son los impuestos. Nosotros tenemos un problema con los impuestos, tenemos altas retenciones directas y eso es lo que nos hace perder plata”, indicó.
Además Di Stéfano se refirió a otro tema que se debate en el sector todos los años: los alquileres. Muchos productores terminan convalidando arrendamientos muy altos por temor a perder los campos en los que trabajan.
“No quiero una ley de alquileres, porque nos van a hacer una que la urbana y nos van a arruinar a todo. Entonces yo lo que quiero es que le digan al dueño de la tierra, ‘mirá, si alquilás por quintal fijo, pagás este impuesto, pero si vos lo haces, digamos, asociado al productor, vas a pagar menos’. Entonces la gente va a pagar menos por trabajar en conjunto, a aparcería como le dicen en el campo, que pague menos impuestos y demos incentivos”.
Esa es la clave para el consultor: los incentivos a producir más y en mejores condiciones. Pero para que eso suceda, consideró que el gobierno tiene que ayudar con políticas de Estado y no mediante la suba de impuestos, que fue lo que hacen habitualmente los gobiernos.
“El gobierno se está equivocando si le pone más impuestos al campo. No estás estudiando lo que es ingreso menos egreso. No estás estudiando que tengo dólares por los ingresos y tengo dólares por los costos. No estás estudiando que tengo impuestos que son extorsivos, que no me permiten producir y que tengo un alquiler que es muy alto. Tenés que hacer algo por mí generando incentivos”, recomendó.
“Si me aumentan el combustible, los gastos de comercialización para llevar la mercadería a puerto y me quita rentabilidad, si la nafta tiene que valer lo que vale, entonces la pregunta es: ¿Qué proyecto tenés para mí? Acá la mercadería se mueve por camión y es más caro llevar limones de Tucumán a Buenos Aires que de Buenos Aires a Sudáfrica”, recordó el economista.
Una lastima pensaba encontrarme con un nuevo gobierno criterioso, que Durante todo este tiempo debia haber estudiado las variables de cada zona y cultivo productivo del pais. Pero parece que no lo conocen y que todo es lo mismo. La Salida sigue siendo Ezeiza