La política salarial de los trabajadores rurales quedó en manos del gobierno nacional luego de que el nuevo titular de UATRE, José Voytenco, decidiera dar por finalizada la estrategia de negociación basada en consensos con los empresarios que había sido instaurada por Gerónimo Venegas y continuada por su sucesor Ramón Ayala.
Sucede que en el ámbito de la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA) las decisiones se determinan en función de dos votos de delegados de UATRE y dos votos de representantes de las empresas agropecuarias, los cuales, de manera rotativa, son cargos ocupados por dirigentes de CRA, Federación Agraria, Coninagro, Sociedad Rural y CAME.
En caso de empate, la decisión final queda en manos del Estado Nacional, que en este caso es representado por funcionarios de los ministerios de Hacienda, de Trabajo y de Agricultura de la Nación.
La primera muestra de este nuevo escenario de negociación ocurrió la semana pasada, cuando el UATRE de Voytenco decidió reclamar un bono de fin de año de 15.000 pesos para todos los trabajadores agropecuarios del país. Los representantes del sector empresario, que en este caso eran de CRA y Coninagro, se negaron a tal pedido en función de un mandato negociado en el ámbito de la Comisión de Enlace Agropecuaria. El Estado entonces decidió instrumentar una asignación extraordinaria de 10.000 pesos pagadera en tres cuotas iguales durante los meses de diciembre de 2020 y enero y febrero de 2021.
Esa resolución de la CNTA ya fue firmada, peor todavía debe ser publicada en el Boletín Oficial:
Se determinó allí que el bono deberá pagarse tanto a trabajadores rurales permanentes como a personal de granjas avícolas, porcinas, tractoristas que se desempeñen en tareas de cosecha de granos y aplicadores de fitosanitarios.
La cuestión es que en enero próximo deberán volver a reunirse de manera virtual los integrantes de la CNTA para revisar una eventual actualización de la última paritaria negociada en octubre pasado, a partir de la cual se estableció un salario mínimo para el peón general de 38.770 pesos, entre otras categorías.
No puede descartarse que en ese ámbito vuelva a presentarse la situación ocurrida la semana pasada, en la cual UATRE realice una solicitud que termine siendo parcialmente validada por el Estado más allá de cuál sea la opinión del sector empresario.
En un extenso reportaje a Bichos de Campo, Voytenco ya avisó que esa negociación salarial será muy dura, pues el gremio cree que los trabajadores rurales han sido convidados de piedra frente a la suba de precios de los granos y el ganado que se han registrado a favor de los productores. Peor todavía, el sindicalista avisó que no aceptará salarios como los actuales, que en muchos casos se ubican por debajo de la línea de pobreza.
Mirá aquella entrevista: