Si no hay cambios de último momento, a partir del martes 1 de julio se restituirán los valores iniciales de las retenciones para maíz y soja. Así lo dispuso el Gobierno cuando anunció su baja temporaria, en enero, y todo indica que lo cumplirá. La soja pasará de tributar 26% a 33%, y el maíz de 9,5% a 12%.
Con ese plazo en la cabeza, lo cierto es que muchos exportadores aceleraron sus ventas las últimas semanas, lo que le ha dado flujo de divisas a las cuentas que diariamente monitorea el ministro Luis Caputo. El interrogante está en qué es lo que pasará tras la suba del tributo, a pocos meses de las elecciones y con un Gobierno que necesita de fondos para contener el precio del dólar.
Para el consultor especializado Dante Romano, que no duda en que el ritmo de ventas y de ingreso de divisas mermará las próximas semanas, las alarmas no se encenderán hasta después de agosto, ya que el mercado todavía tiene resto. “La preocupación es el segundo semestre, de agosto para adelante va a ser duro”, explicó, al ser consultado por Bichos de Campo.
Lo cierto es que, hasta el momento, este incentivo impulsado por Caputo, le ha sido muy útil. Los registros del primer trimestre del año indican que, mientras el turismo y las importaciones fueron vías de escape de dólares, entre el sector sojero y maicero aportaron más de 4500 millones y evitaron que el déficit fuera aún mayor. Los números del segundo trimestre, que ya involucran la cosecha gruesa, serán aún mejores.
Sin embargo, en ese aspecto, Romano señala que no tuvo sólo que ver la baja temporaria en los derechos de exportación. “El ritmo de comercialización fue muy grande, y aunque haya sido con un derecho de exportación 20% más bajo no creo que se deba sólo a eso”, explicó, y le dio también crédito a la salida del cepo por el marco de estabilidad que generó en el mercado.
“Ahora la persona que alquila su campo no tiene problemas en comprar los dólares que quiera. Entonces en este momento hay muchas ventas generadas porque dueños piden los pesos y los pasan a dólar. Eso también aceleró el ritmo”, aseguró
Lo cierto es que, en cifras, los niveles de venta son muy similares a los que hubo otras veces que se puso incentivos al mercado de granos -llámese dólar soja o baja temporaria de retenciones, al caso es lo mismo-.
“Arrancamos con solamente un 4 o 5% de soja con precio y estamos terminando con el 34%, unas 12 millones de toneladas. Eso está por encima de lo que estacionalmente ocurre para esta época del año”, aseguró Romano.
Lo que se espera de acá en adelante también ya se vio otras veces, y es un amesetamiento en las liquidaciones. Queda por ver qué impacto tendrá esto sobre las cuentas del Banco Central, justamente cuando el Gobierno anuncia al FMI que no podrá cumplir con la meta de acumulación de reservas prevista en el acuerdo para esta revisión.
Pero, aún con la inminente recomposición de las retenciones, Romano asegura que “la buena noticia es que queda todavía todo el maíz tardío, que en general es una comercialización bastante ágil y por ahora viene atrasada”. Si bien no alcanzará a contrarrestar la merma del sector sojero, seguramente dará respiro algunas semanas más.
En el caso del maíz, está la chance de que, como ya se empezó a cosechar, el exportador pueda presentar la declaración jurada de venta del exterior previo al 30 de junio, con periodo de embarque posterior, y evitar la suba de retenciones. El único inconveniente, desde ya, es que tiene que traer la divisa y convertirla en pesos antes de ese plazo.
Así y todo, aún cuando ese mecanismo no se haga, el analista de mercados asegura que no habrá grandes fluctuaciones en la comercialización de este grano. “Los derechos de exportación se redujeron un 3% y con un precio FOB de 200 dólares por tonelada, estamos hablando de 5 dólares de diferencia, que es algo que la volatilidad diaria del mercado de granos te puede dar”, señaló.