Vuela el precio del capón, que parece no tener techo y en los últimos meses dejó de respetar la relación histórica de ubicarse un 15% por debajo del valor del vacuno. Su valor ahora es 10% superior al promedio del novillo. Es decir, a nivel mayorista la carne de porcino vale más que la más cotizada del vacuno.
Los últimos valores informados por productores son de hasta 300 pesos por kilo vivo, los que traducidos al tipo de cambio oficial significan cerca de 2 dólares. Así, el cerdo se acerca al máximo histórico que tuvo en septiembre de 2012 cuando se lo pagó 2,03 dólares por kilo vivo.
La suba de los valores del capón es marcada y obedece a diferentes cuestiones que hemos comentado en Bichos de Campo en otras oportunidades.
Por un lado, a partir de mitad de año se frenó la importación de carne porcina, debido al faltante de dólares que había en el Banco Central. Por otro lado, con la llegada de la primavera se reactivó el consumo de esta carne. Además, en los últimos años gracias a los buenos precios y mejora en la calidad del producto, la carne porcina se aseguró un lugar en el plato de los argentinos.
Sin dudas el precio sería aún mayor si hubiera exportaciones como en los últimos años, pero esa veta del negocio en 2021 se frenó por la recuperación de la producción de China luego de la crisis de la Peste Porcina.
La suba es bien recibida, porque permite compensar los incrementos de costos y mantener cierta rentabilidad que ayuda a amortizar inversiones y apostar al futuro del sector.
Pero para los productores de cerdos hay un tema que genera preocupación: la baja en simultáneo de los de los valores del ganado vacuno. Saben que si se mantiene esta relación invertida respecto de la tendencia histórica, el consumo se volcará a la carne vacuna.
Ayer el precio del novillo en el Mercado Agroganadero de Cañuelas fue de 276 pesos por kilo vivo, lo que lo ubica 10% por debajo del valor del capón. Cada día que pasa el retraso se evidencia en forma nominal y real. Los valores del ganado mayor son 30% más bajos respecto de los que había en abril, último mes de suba. Desde entonces las cotizaciones ganaderas bajaron sin pausa.
Los productores de cerdos esperan que la tendencia cambie para que no se vea afectado su ingreso. Para eso se requiere de diferentes situaciones.
En primer lugar, se deben vaciar más los feedlots, ya que todavía es alta la oferta de este tipo de haciendas, sobre todo de novillos y novillitos. El recorte en los ofrecimientos en el mejor de los casos se sentirá a fines de noviembre
En segundo término, tiene que comenzar a llover de forma regular y masiva para que se recompongan las pasturas y eso permita la retención de hacienda que hoy, sequía mediante, se vuelca antes al mercado.
Por último, se requiere de una recomposición del consumo de carne y que la exportación tenga mejores condiciones de competitividad en cuanto a su tipo de cambio, y que no haya restricciones ni cupos. Estas últimas dos parecen más difíciles de lograr incluso que dejar atrás la actual seca.