La historia de la prohibición a las aplicacionbes de agroquímicos en el periurbano de Pergamino no llegó a su fin. Días atrás, el juez federal Carlos Villafuerte Ruzo, de San Nicolás, falló para que se establezcan distancias de 1.095 metros para las pulverizaciones terrestres y de 3 kilómetros para la aplicación de productos fitosanitarios vía aérea.
Esta situación altera y mucho la vida de los que producen cerca de esta ciudad icónica de la agricultura argentina. Diego Álvarez, un productor chico que además asesora establecimientos en ese partido, expresó a Bichos de Campo que se ve afectado por la medida.
“Tengo dos bloques de trabajo, uno sobre campo propio que está siendo afectado por esta nueva ordenanza en lo que serían aplicaciones aéreas (aunque sí me puedo manejar con terrestres), y la otra parte por la producción que hago sobre campos alquilados, que son pequeños lotes de 20 hectáreas cada uno ubicados alrededor de Pergamino. Ahí no puedo aplicar. Quise pulverizar con recetas agronómicos y con los productos correspondientes y no pude hacerlo”, explicó el chacarero damnificado.
Escuchá el reportaje completo realizado a Diego Álvarez:
Álvarez explicó que “Pergamino estaba perdiendo alrededor de 1.000 hectáreas por esta cuestión, y con esta nueva ordenanza unas 2.000 hectáreas que quedarían afectadas de ser producidas. El 70% de los campos que trabajo están cerca del ejido urbano, con lo cual no puedo trabajarlos. En mi caso, es con los campos alquilados con los que tengo conflicto. Ahora tengo que charlar con los propietarios porque tendría que dejar de alquilarlos. Son lotes que quedarán inutilizados. Entonces el propietario tiene que seguir pagando los impuestos pero no puede producirlo”
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El productor declaró que “esos lotes sin producir quedan totalmente enmalezados, y ahí empiezan a proliferar roedores, y aparte se vuelven baldíos y basurales”. E ironizó: “Después la gente de la parte urbana termina reclamando”.
Para el productor, en este contexto, “no es cuestión de prohibir aplicaciones a 2.000 o 3.000 metros. Una deriva puede viajar kilómetros por una inversión térmica. En este caso que conocí, el producto había viajado hasta 3 kilómetros”.
Dadas las circunstancias actuales, el productor se reunió con el intendente Javier Martínez para evaluar qué hacer en los lotes comprometidos por la ordenanza del juez Villafuerte Ruzo.
“Estamos pensando en un plan para hacer posibles cultivos para así minimizar la productividad en esas zonas. Estoy viendo un trabajo que hizo el INTA Marcos Juárez, donde hay un módulo de trabajo periurbano, en donde se hace mención a distintas opciones de cultivos para este tipo de zonas”, declaró.
Pero el productor se mostró decepcionado ante la definición de la justicia. “Con la cantidad de evidencia científica para hacer Buenas Prácticas Agropecuarias, ¿por qué no aplicarlas y llevarlas adelante más allá de prohibir aplicaciones a 2.000 o 3.000 metros?”, se preguntó Álvarez.
Está bien; el juez representa la ley, y las leyes están para cumplirlas. Que busque otras alternativas.