El ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, está lanzado a derribar viejas normas de un Estado que considera opresor y elefantiásico. Bienvenido sea. Pero para hacer funcionar su propia motosierra, a veces incurre en fabulaciones o exageraciones peligrosas sobre los beneficios de la eliminación de procesos o trámites, cuando a veces ni los impactos son tan grandes ni los beneficios tan visibles. O pero, cuando él mismo desconoce las consecuencias de sus decisiones.
El jueves por la mañana, luego de conocida una resolución del INASE (Instituto Nacional de Semillas) que eliminaba algunos requisitos para la registración de nuevas semillas o cultivares en la Argentina, Sturzenegger ensalzó esta decisión y volvió a incurrir en el error de explicarnos su tan mentada simplificación con argumentos demasiado simples, y hasta infantiles. Por eso merece una corrección pública.
La Resolución 49/25 del Inase, publicada hoy con firma de su Director Claudio Dunan, elimina la obligatoriedad de realizar ensayos comparativos de rendimiento (que insumían entre 2 y 3 años), agilizando la inscripción de nuevas semillas. ¡Bravo! El Secretario de Agricultura,…
— Fede Sturzenegger (@fedesturze) February 13, 2025
“La Resolución 49/25 del INASE elimina la obligatoriedad de realizar ensayos comparativos de rendimiento (que insumían entre 2 y 3 años), agilizando la inscripción de nuevas semillas. ¡Bravo!”, festeja el ministro y hasta ahí todo bien. Pero de inmediato incurre en un grosero error, que muestra su desconocimiento absoluto sobre la material al preguntarse: ¿Por qué requería el INASE un estudio de rendimiento? Pensándolo un minuto resulta obvio que es innecesario. Es como que el ANMAT pidiera estudios de mercado sobre si un alfajor es rico o no. Eso lo dirá el mercado”.
Sturzenegger fue todavía más lejos de esa infortunada comparación entre la calidad de las semillas y el sabor de los alfajores. Provocando a un auditorio que sabe odiador serial de las burocracias excesivas, se animó luego a dar “un paso más”, y se preguntó “por qué seria necesario inscribir en INASE una semilla”, ya que “una semilla no es un virus peligroso, no es un arma de destrucción masiva, ¡es tan solo un insumo de producción! Además, si alguien quisiera hacer terrorismo con una semilla no va a molestarse en registrarla”.
Semejante sarta de incoherencias desataron esta columna corregidora.
Para empezar aclarar que una semilla no es un alfajor sino algo muchísimo más relevante. De una semilla y de sus cualidades (que son las que se analizan en los ECR o ensayos comparativos de rendimiento) que ahora se eliminan como requisito para la aprobación de nuevas variedades, dependerá que ese cultivo prospere.
Solo si prospera correctamente las cadenas alimenticias podrán obtener las materias primas necesarias (los granos) que permitan elaborar un alfajor. Sucederá con el trigo para las tapas, con el cacao para la cobertura del chocolate, y hasta con la alfalfa que alimentará a las vacas que nos darán la leche para hacer el dulce. O con los frutales si hablamos de alfajores de mermeladas.
Así que hacer semillas es algo bastante más complejo que elaborar alfajores. Y por eso requiere de más cuidados. No se trata de probar un alfajor y cambiar a otra marca si no nos gusta. Un productor que adquiere una semilla o un plantín o una estaca no sabe de antemano qué gusto tendrá su cultivo ni cuánto producirá, sino que asume un riesgo. Los múltiples ensayos previos realizados sobre esa variedad (durante su mejoramiento, antes de su registro) tienen por sentido acumular información sobre su comportamiento a campo, mucha información justamente para minimizar el riesgo de un equívoco que podría ser fulminante para el productor.
Porque el productor que siembra una semilla no puede, señor ministro, probarla y cambiar de marca si no le gusta. A veces se le va la vida si le erra en un cultivo, o si esa variedad no es la adecuada para el ambiente donde debía ser sembrada. O si esa semilla tiene una expectativa de rendimiento que no llega a cubrir ni sus costos de indiferencia.
Aquí viene la segunda corrección a Sturzenegger, quien incluso se plantea si sería necesario registrar una semilla, porque no es nada malo ni podría ser usada para cometer un acto terrorista.
En su Ley de Semillas de los años 70 (y que hace rato el sector clama a gritos debe ser actualizada), el INASE administra dos registros: el Registro Nacional de Cultivares (RNC), que habilita el comercio de una semilla, y el Registro Nacional de la Propiedad de Cultivares (RNPC), que acredita su propiedad intelectual. De forma resumida sirven para bastante más cosas que comer un alfajor: identificar y registrar nuevas variedades vegetales; proteger los derechos de los creadores de esas variedades; reconocer la actividad de los fitomejoradores.
La tarea de un fitomejorador, señor Sturzenegger, es bastante más compleja que la de Maru Botasa o cualquiera otra repostera que ensayan con un alfajor, lo prueban, y si no les gusta cambian la receta. Un breeder ensaya con miles de variedades vegetales al mismo tiempo, va seleccionando las que tienen mejores cualidades, las mezcla con otras líneas, incluso las condimenta con genes de otras especies, y finalmente al cabo de una decena de años obtendrá uno o a los sumo dos variedades, que inscribirá en el INASE. Demasiado tiempo y trabajo para cambiar en el medio de recetario.
En el Registro Nacional de Cultivares se inscriben todas las variedades vegetales que se identifican por primera vez y esto permite su venta legal, fuera del mercado informal de semillas. Las pruebas de comparación de rendimientos que ahora el gobierno eliminó (ese requisito había sido establecido en 1997 en acuerdo de toda la cadena semillera) servía para acumular datos que permitieran probar finalmente que una variedad de soja resultaba diferente de otra, quizás prima hermana en la cadena de descendencias que se establece en las tareas de mejoramiento.
Una nueva variedad, para ser inscripta en los registros del INASE, debe ser “distinta, uniforme y estable”. Esto no se puede demostrar de un día para el otro -como probando el gusto de un alfajor- sino comparando ese cultivar contra con un set de materiales que ya han salido al mercado en su momento. Es un proceso mucho más engorroso, que en los últimos años se ha tratado de acelerar bastante con el uso de marcadores moleculares, pero que finalmente debe realizarse.
Sirven todos estos requisitos finalmente para defender no solo los intereses de los productores -que se aseguran cultivares que finalmente serán productivos, pues han pasado por cierta cantidad de ensayos- sino también de la propia industria, que podrá gestionar un reconocimiento si su variedad es la más utilizada en el mercado. La más sembrada.
Que el Chachafaz sea más rico que el Jorgito es finalmente una cuestión de gustos. En materia productiva, que una semilla se elija sobre la otra es una decisión madurada por años, y avalada por su comportamiento a campo.
“Ahí se necesita ver cuál es la calidad agronómica, sanitaria, etcétera, por lo que había legajos que uno tenía que llenar, tenía que cumplir, con información adicional obtenida en dos o tres años de ensayos fiscalizados. El INASE tenía la potestad de controlarlos”, comenntó un reconocido mejorador que ahora teme que -con la desregulación aplaudida por Sturzenegger- muchas empresas dejen de hacer concienzudamente ese trabajo tan necesario para obtener datos de utilidad para toda la cadena.
“Eso demuestra que el material tiene todas las características que el obtentor quiere poner”, valoró el profesional todo esa tarea, que ahora el gobierno decidió no exigir más para aprobar nuevas variedades.
En la Asociación Semilleros Argentinos (ASA) valoran sin embargo ese cambio en el nivel de información exigida para incorporar una nueva variedad al registro. Argumentan que las empresas seguirán haciendo sus ensayos de igual modo, porque el INASE les seguirá exigiendo que presenten toda la información disponible sobre el nievo cultivar, incluyendo el potencial de rendimiento, a través de una declaración jurada. La diferencia es que ese proceso ya no les exijirá los tres años que demandaba hasta ahora.
Algunas fuentes indicaron que la decisión de flexibilizar los requisitos del INASE se apresuró para permitir a un grupo de grandes multinacionales acelerar la llegada al mercado de nuevas semillas de maíz con tolerancia a la chicharrita, la peligrosa plaga que atacó ese cultivo el año pasado. En el Consejo Nacional Asesor de Semillas, los privados habían recomendado ir por otra vía, estableciendo “excepciones” perfectamente entendibles para hacer frente a este tipo de emergencias.
Ahora hay un sector de la industria semillera que está más a gusto, pues no deberá cargar con la exigencia de realizar ensayos comparativos tan engorrosos. Pero entre los profesionales que realizan ese trabajo -muchos de ellos dentro de esas mismas empresas-, ha quedado sin duda un sabor amargo, porque sienten que el Estado está desertando de la responsabilidad de velar por la calidad de los cultivares que se ofrecerán a los productores.
“Evidentemente hubo alguna presión y como consecuencia llegamos a esta resolución, que después el gobierno anuncia como un ejemplo de desburocratización. Pero este es un tema técnico. Y era una protección, de alguna manera, hacia el productor. O sea, que el productor sabía que alguien, de alguna manera, controlaba, y que no era solamente la responsabilidad de las empresas. Ese legajo mostraba el rendimiento, el comportamiento ante enfermedades, si era transgénico o no, las características técnicas y las razones comerciales del lanzamiento”, se lamentó el mejorador consultado por Bichos de Campo.
Fuentes de la industria minimiza el impacto de la reforma y dijeron que el productor podrá exigir en cualquier momento la información disponible sobre cada variedad, que cada empresa continuará presentando ante el INASE.
En todo caso, unos y otros coindicen en que es una burrada lo que escribió Sturzenegger en sus redes sociales: una semilla no es un alfajor ni puede ser comparada.
Estamos hablando de rendimientos
La empresa semilleros deberá asumir su responsabilidad cuando, para vender, publicita el rendimiento. El INASE no debería involucrarse con opiniones o mediciones propias. Las semilleros tendrán q dejar de usar al organismo como escudo.
EXACTO.
El semillero deberia darte todas las garantías por escrito. Acuerdo entre privados y ya..
Recuerdo un programa de radio que siempre hablaba bien de determinados entes y organismos..
Ellos estaban los que bancaban el programa.
Totalmente de acuerdo.
Excelente artículo. Lo del ministro es una burrada tras otra por donde se lo mire. Argentina es un país adherido a las actas de UPOV (en este caso UPOV 78), como el 99,9% de los países de la tierra. Los procedimientos siguen las recomendaciones de UPOV. Para no ir tan lejos, igual es en Uruguay, Brasil, Paraguay, Bolivia, Chile. Por otro lado, es falso que el procedimiento demore la llegada de nuevas variedades al mercado. Puedo explicarlo en detalle. La nueva resolución perjudica a las empresas serias que vienen invirtiendo en mejoramiento genético en beneficio de advenedizos y paracaidistas que aprovecharán la volada. También puedo explicarlo en detalle. Al menos para dos especies estratégicas para el país, como la soja y el trigo, esta medida es altamente perjudicial. Los hecho es todo lo que no debe hacerse.
Me gustó en Terminator, hasta como gobernador de California, pero la agricultura no es lo suyo.
Definitivamente Sturzenegger como mago de la economía, es un ignorante total de aspectos técnicos agronómicos en la obtención de nuevas semillas, un lobbysta rentado de las multinacionales que buscan atajos (costos internos) o un híbrido de la peor versión de ambas, la góndola está servida usted elige
Gente, saquemos el estado del medio, que la relacion sea entre productores y semilleros.que la informacion la de el semillero y el productor elija o no arriesgar la siembra de la semilla ofertada. Porque convengamos que cada lote tiene su idiosincracia asi que las pruebas que exije el inase a veces no se comparan con el lote del productor porque pece a que comparte la misma zona, esta no es homogenea.
Se ve que no se sabe lo que es la libertad, tantos años acostumbrados a esto que cuando se da la libertad se asustan, esto hace que vos puedas elegir, ahora el productor va a tener para elegir si compra semillas qué tienen muchos ensayos y pruebas de rendimientos o una qué no se sabe, es la libertad de elegir ateniendose a la consecuencia de que si elige una sin ensayos le puede salir mal, entonces si los productores no compran semillas sin ensayos no no va a haber demanda entonces hace que no haga falta la obligación para que se hagan los ensayos
Es un ladri que debería estar preso. Nos endeuda desde hace 30 años y sigue en el poder….
Tremenda falta de comprensión de texto del que escribe la nota… El decreto no le prohibe a los semilleros realizar los ensayos de rendimientos para validar una nueva variedad, lo que hace es sacarle la obligatoriedad de hacerlos para inscribirlos en el INASE… la competencia libre traera buenas variedades para los productores, nada aporta obligarlos a hacer lo que el mismo mercado ya hace. Solo sirve para generar cargos innesesarios o tongos a amigos del poder.
Al escritor de la nota, vaya a llorar a la iglesia.
Si realmente el cultivar que inscriben rendiera lo que dicen respecto a los testigos , ya tendriamos avenas de 10 ton/ha y sojas de 8 mil kilos….
Los que inscriben son tambien ladris!!!
Esto ocurre cuando cualquiera opina de cualquier cosa, situación muy común con nuestros políticos que se animan a ser ,”TODOLOGOS” , cuando en el país hay expertos que podrían ser consultados antes de decir y hacer una BURRADA. Claro si considera expertos en semilla a Santiaguito o a Karinita, o a la Lemoine, ESTAMOS AL HORNO!!!
Este artículo es una tremenda burrada.
Esta perfecto sacarlo. Lo digo con el conocimiento que me dan 20 años trabajando en los semilleros más grandes. Esos ensayos se hacían 3 por año solo para cumplir y ni siquiera son considerados al momento de lanzar un híbrido al mercado. Los semilleros lanzan en base a más de 150 ensayos por año distribuidos por todo el área agrícola. De 8000 híbridos el 1er año, se lanza 1 después de 8 años de ensayos: los semilleros son hiper exigentes en sus lanzamientos!!!
Enorme cantidad de palabras para seguir haciendo lobby. Colo siempre. Un monton de revursos del estado y demoras en los ingresos de nuevas variedades, para que despues el mercado megro le abra la puerta, por ejemplo, a la Alfalfa RR, alguna variedad de algodon, o a modo de ejemplo el 90% de las Ovejas Dorper que no se podian entra de forma legal y entraban de contrabando como NADA.o el curro de los ENTES SANITARIOS. Verdaderas empresas de clientes cautivos. O el curro del IPCVA. La Argentina es un mar de curros y lobbystas !
Estoy de acuerdo que no necesitamos al Inase para²ñ2-3 años de prueba de rendimiento. Quien se acuerda haber visto un ensayo de rendimientos del Inase? Acaso eso no lo hacía en INTA, AACREA y Aapresid? A mi en INASE este año me volvió loco con intimaciónes desemilla de arveja viper y otra variedad de avena re viejas (17 años). Para que?
Está página debería cambiar su nombre a Kirchos de Campo. Dan vergüenza ajena, nota tras nota se les siente el olor a pauta.
Ni siquiera el Inase hace los ensayos, obliga al semillero que los haga…..
El INASE caza en el zoologico hace la facil.
Comparto con Héctor, la nueva semilla que trae un semillero no necesita que el inase le haga los ensayos de rendimiento, es el productor el que la va a probar o los grupos privados de ensayos y dirán si es buena o no, si la semilla es mala, es decir no mejora lo que ya tenemos, nadie la va a comprar, no hace falta la burocracia que le cuesta plata a los semilleros para decirnos si algo es bueno o no, y la comparación con el alfajor no está mal, se entiende perfectamente.
No se dice que no se hagan esos estudios importantes, cito: “Solo si prospera correctamente las cadenas alimenticias podrán obtener las materias primas necesarias (los granos) que permitan elaborar un alfajor.”
No es función del estado financiar estudios de rendimiento para rentabilidad de privados. Que las alimenticias financien esos estudios. El estado tiene otra función. Saludos.
Exactamente
A ver si se entiende, a este tipo no se le admitió el ingreso al conicet por bruto. Y está emperrado en demostrarlo
Tu nota comienza con “Educando” por qué no lees un Patouruzito antes por lo menos o el manual del alumno Bonaerense, no entendiste nada. Anda a pedir perdón pero a tu familia por ser el hazme reír del agro.
Regla comprobada y demostrada: si hay un kuka pataleando, hay un curro que se terminó.
Eso es lo que votamos. Pero esta lenta y desafinada la motosierra. Por todos los clavos que hay!
Hola Matias. Me pregunto si la obligatoriedad de ensayos complicados, largos y costosos, no termina concentrando el mercado de lo disponible en las pocas empresas que ya tienen aceitado el circuito para los pocos productos que lo justifican, dejando afuera los productos más modernos y de última generación cuyo bajo volumen y alto costo no les permite la masividad que diluye los gastos de los ensayos. Esto lo veo más claro en el rubro tecnología, con Seguridad Eléctrica, donde nuestro mercado está inundado de productos obsoletos y de pocas marcas, por una protección excesiva, y por otro lado lleno de productos pésimos que ingresaron de contrabando, se venden x izquierda y no cumplen nada. Pienso que los ensayos debieran apuntar solamente a cuidar la seguridad del consumidor, pero trasladando más la responsabilidad a la cadena de venta en caso de productos dañinos pero sin bloquear el ingreso de la diversidad y lo último que se haya desarrollado, a costos accesibles y en paralelo con la comercialización, con una autorización temporal hasta tanto se termine el ensayo, subsidiandolo a los desarrolladores locales.
Que artículo mal intencionado, el que escribe debe trabajar en el organismo estatal que se dedicaba a probar si la semilla germinaba para darle el “control de calidad” y así el gringo que la compra no se clava. Como si el chacarareo fura tan ingenuo.
Los ensayos del inase son una mentira total para poner en el papel de registro. Ademas el inase no controla nada basta que se rellenen los items del registro.
Las empresas semilleras grandes difunden que son ls mas serias e inmaculadas, otra mentira para eliminar pymes.
Los ensayos de rendimientos de soja que hace el inase en inta castelar son de malisima calidad y se usan para el registro.
Totalmente de acuerdo. En INASE se ha registrado la misma variedad con distintos nombres. Todo burocracia ineficiente, desde 2002 INASE es un antro del kirchnerismo, generan burocracia para meter gente amiga. Son muchos los paises de primer mundo en los que no se exigen estos ensayos.