“El panorama lechero para 2019 es muy malo, porque la única expectativa de que el sector mejore es que desaparezcan más productores. El ajuste se hace en función de una oferta de materia prima más restringida, y en función de eso mejoraría el precio al productor. Pero precio no es igual a venta. Es decir: no porque tengas el precio más alto serás mas rentable. Es muy triste que esta actividad esté librada al ajuste por oferta”.
Esa fue la respuesta que le dio a Bichos de Campo Eduardo García Maritano, especialista en lechería y dirigente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) en Santa Fe, al trazar un balance de la actividad durante 2018 y establecer lo que se viene en este nuevo año.
Con respecto al lanzamiento del Mercado de Futuros para la leche, una iniciativa impulsada por el Gobierno que comenzó a funcionar el 15 de diciembre, el dirigente la consideró solo un parche, porque lo importante debería ser antes consolidar el mercado disponible: “Por un lado el Gobierno se la pasa diciendo que no intervendrá en transacciones entre privados, y lanza un mercado de futuros sin tener antes un mercado disponible consolidado. Eso es lo mismo que construir la casa desde el tanque de agua”, ironizó. Luego añadió: “Es fundamental el tanque, pero no es lo primero que ponés al hacer una casa”.
¿Y resulta posible tener un mercado disponible en la actividad lechera?. García Maritano dijo que “es posible definir un precio disponible, porque los precios se construyen. Si hay transacciones, hay posibilidades de crear mercado donde oferta y demanda traducen precisamente precios. La leche no es objeto de una compraventa, sino que es un suministro. Yo puedo hacer compraventa con un novillo o con una bolsa de soja, pero no con la leche que se ordeña todos los días; con ella se genera un suministro, un término que está tipificado como tal en el Código Civil y Comercial”, explicó.
Aquí la entrevista completa a Eduardo García Maritano:
“Seguimos con una actividad que no termina de estar armada como negocio porque no hay reglas de juego claras y no hay sistemas de formación de precios. No podemos pensar en la leche como el grano de soja o el novillo. Usamos el ejemplo para que se entienda, pero se requiere de mayor empeño porque es una situación más compleja”, agregó el dirigente.
Para el referente lechero de CRA, “contrato hay siempre. Lo que cambia es la modalidad que se aplica, que puede ser fasón, maquila o suministro. Claramente la transacción que tipifica el traspaso de propiedad de la leche del productor a la industria es el suministro. No es la única vía, pero sí la más adecuada”.
En referencia al último informe del Observatorio de la cadena Láctea Argentina (OCLA), que sostiene que la mayor parte de los tambos argentinos producen menos de 3.000 litros diarios, García Maritano alertó que “lo ponen como una cosa natural, esto de que los tambos más chicos desaparecen. Pero les aviso que Brasil triplicó su producción en el mismo tiempo que Argentina se estancó, y que el promedio de los tambos de ese país tiene 19 vacas. Por ende, no es cierto que no se pueda crecer con tambos chicos. El tema pasa por la falta de reglas comerciales claras”.