“Parte de nuestra producción la hacemos con una malta que se elabora con una cebada sembrada y cosechada en la zona y malteada en Lago Puelo; la usamos en la cerveza llamada `Nacida y criada’ porque casi todos los componentes de la cerveza son de la comarca, y en la `Smoked’, que se diferencia de las cervezas ahumadas comunes porque el ahumado de la malta se realiza en el momento del malteado, en idéntico proceso al de la malta para whisky”.
Quien habla es Diego Mayorca, diplomado en cerveza Artesanal en la Universidad de Alicante (España) y brewmaster de su propia marca de cerveza Radal ubicada en Lago Puelo, Chubut que nació en 2016 casi por casualidad y va creciendo cada vez más.
“Radal comenzó en 2016 casi sin imaginarme que esto iba a ocurrir: me regalaron un equipito de 20 litros de cerveza, arrancamos con un amigo y al poco tiempo nos empezaron a pedir cerveza, así que decidimos cada uno cocinar por su cuenta. Me compré un equipo de 100 litros y me largué; poco a poco fuimos creciendo y pasamos a un equipo de 500 litros donde elaboramos desde 2017 hasta septiembre de 2021 y ahí dimos el salto a uno de 1.500 litros, que es el que usamos ahora”.
Lo distintivo del emprendimiento es que desde sus inicios se tomó en cuenta el cuidado del ambiente tratando de ser una fábrica lo más sustentable posible y generando la menor cantidad de desperdicios. Por eso tanto el bagazo que queda y las levaduras se reutilizan como alimento para cerdos y en especial a las hembras recién paridas para mejorar su leche.
“Tenemos la fábrica en el mismo predio donde vivimos, por lo tanto siempre tratamos de que lo que producimos no nos afecte”, resume Diego. “El enfriado de la cerveza lo hacemos con un sistema cerrado de tanques donde el agua retorna al tanque australiano, ahorrando así muchos litros que además usamos para riego; además en diciembre 2021 instalamos un sistema de paneles solares que nos permite ahorrar un 30% del consumo eléctrico de la fábrica y proyectamos cubrir el 100% con este sistema”.
Radal tiene una capacidad máxima de 45.000 litros mensuales debido a la cantidad de fermentadores que tienen y que esperan ampliar; hoy están en unos 20 mil litros por mes y usan lúpulo argentino para todas las cervezas menos la NEIPA (que lleva lúpulo importado para lograr un sabor determinado). Sus clientes son personas de entre 30 y 55 años y los canales de venta son bares y en negocios regionales. Parte de la producción la enlatan y tiene mucha salida en ese formato: un 40% de sus ventas son latas.
“No sé si tenemos algo que nos distinga de otras artesanales, lo que sí tenemos es una gran pasión porque si uno no pone el corazón, no sale. Esto un 90% corazón y solo un 10% el resto: estamos convencidos de que nuestro producto es bueno y nos capacitamos para que así sea. Además somos una empresa familiar donde trabajamos todos. Mi esposa y mis hijas se encargan de manejar los costos, el etiquetado y el marketing. Entre todos conformamos esta pequeña empresa que ha crecido un montón en poco tiempo”.
Antes de todo esto Diego se dedicaba a riego por aspersión y tenía un complejo de cabañas. Hoy siente que ser emprendedor implica siempre generar proyectos y hacer cosas nuevas: “A partir de unos clientes que me llamaron para saber si reciclábamos las latas empezamos a pensar que sería bueno concientizar a la gente y vamos comenzar con una campaña de recolección de las latas en desuso para venderlas y con ese dinero volver a forestar parte del boque que se quemó en la zona”, explica con entusiasmo. Como proyecto de la empresa, para 2025 tiene pensado agrandar la fábrica y ubicar más fermentadores para aumentar la capacidad de elaboración.
“Lo más difícil de emprender en Argentina es que no hay ayuda del Estado”, reflexiona. “No me refiero a que el Estado tenga que regalarme algo sino ayudar con créditos blancos o exención de impuestos para que el emprendedor pueda crecer; toda nuestra inversión es con capitales propios y se hace cuesta arriba. Pero en este país no queda otra”.
Que bueno que le vaya bien, es un fenómeno Diego y hace muy buena birra
Que grande Dieguito, siempre tirando para adelante. Una exelente persona .Te felicito a vos y a la flia. Mira justo estuvimos hace una semana por allá. Que lástima que no nos pudimos ver. Pero no va a faltar otra oportunidad. Te mando un abrazo grande