Victor Hugo Pezzellato es un pequeño productor de cítricos que intenta crecer a pesar de todos los problemas que tiene esta economía regional. Hace un tiempo decidió meterse en la actividad gremial para ser la voz de los que como él la pelean cada día.
Pezzellato heredó un campito de 16 hectáreas en Colonia La Argentina y desde el año pasado alquila otro de 10 hectáreas que liberó un productor que decidió dar un paso al costado, porque no podía más. Se define como unos de los “productores chicos que la estamos peleando”.
Desde hace pocos meses Víctor Hugo es el nuevo presidente de la Asociación de Citricultores y Empacadores de Federación, Entre Ríos. Desde ese rol, compartió con Bichos de Campo su balance de la campaña 2020 de cítricos dulces, signada por el Covid. También se refirió a la reciente eliminación de las retenciones para las exportaciones de cítricos y a otras medidas que requieren en la actividad.
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Con respecto al resultado productivo y económico de la campaña que está terminando, el citricultor dijo que fue buena en términos de rentabilidad, pero no tanto por una mejora de la demanda sino porque la oferta de naranjas y mandarinas se cayó como un piano.
“Hubo una caída del 40% en la producción porque se venía de una seca y siempre dependemos del clima en el campo”, explicó. Esa situación hizo que el cítrico mejorara su valor. Se agregó una mayor demanda interna fruto de la difusión del coronavirus. “Por la pandemia la gente se volcó más a los cítricos que tiene sus cualidades en cuanto a las enfermedades“, indicó Pezzellato.
Los valores arrancaron en marzo en los 7 a 10 pesos por kilo de mandarinas, naranjas o pomelos. “Hoy ronda los 28/30 pesos un kilo de fruta en la chacra”, comparó el productor de Federación. Obviamente esto le devolvió cierta rentabilidad a la actividad que “venía de años malos”.
“Veníamos perdiendo hectáreas y productores cada año porque la rentabilidad no era buena y eso te lleva a que se envejezcan las herramientas, no renovás las quintas, las plantas que se secan no las reponés y eso conlleva a que el productor se vaya desilusionando” y termine saliendo del sistema, explicó.
Pezzellatto se ilusiona también con que la quita de retenciones para los cítricos y para los jugos que se obtienen de su industrialización mejoren la renta del ciclo que viene, porque en esta campaña la temporada de exportación ya está jugada.
“El ciclo de la exportación está cerrado hace un par de meses. La medida genera expectativas para la campaña que viene, si mantienen la baja. Las perspectivas con esos anuncios son buenas tanto para el exportador como para el mercado interno, porque lo alivia y hay que tener en cuenta que el productor chico no tiene variedades de exportación y el margen es otro”.
Pezzellatto dijo que la baja de retenciones es uno de los temas que viene pidiendo el sector, pero aclaró que la agenda es más completa. Allí hay un punto que preocupa mucho y que atraviesa a diferentes economías regionales: el peso de los aportes patronales y la cuestión laboral.
“Se viene peleando por una ley laboral acorde a las economías regionales, que tienen mucha demanda de mano de obra en corto tiempo, como las tareas de raleo o la poda y todo el trabajo que exige la fruta. Hasta ahora tanto el gobierno y los legisladores poca bolilla nos vienen dando con este tema”, se lamentó el citricultor.
El dirigente dijo que es necesario avanzar con este tema porque frena el desarrollo: “Nunca prosperó el tema, pero no se va a dejar de intentar porque el sector lo necesita, el productor quiere generar trabajo, tener más producción y dar más trabajo”.