¿Hay algo más lindo que ver pasar los cambios de estación en un jardín? Para que la naturaleza pueda sorprender y que los jardines tengan su encanto en cada época del año, una opción necesaria es poner árboles caducos; es decir que pierdan las hojas en invierno y así generar un efecto sorpresa.
En el diseño de jardines, siempre se recomienda poner algún árbol caduco. Esto permite que en invierno el jardín tenga sol y que no quede húmedo y sombrío; y que en verano este mismo árbol aporte la sombra, tan valiosa y necesaria en estos tiempos.
Lista de 4 árboles ideales para vestir de otoño el jardín:
Liquidambar styraciflua o liquidámbar americano. Es un árbol caduco, crece hasta 20 m , e incluso puede llegar a los 40 m. Sus hojas se transforman de verde a rojo furioso, pasando por el amarillo ocre, hasta dejar el árbol desnudo. En primavera tiene sus primeros brotes y en pocos días la copa se transforma en un verde esmaltado. Soporta muy bien las heladas. Hay que pensar atentamente dónde se lo planta, porque con el tiempo las raíces pueden levantar pisos, buscando agua; hay que evitar hacerlo cerca de casas y piletas. Un secreto: cuanta más exposición al sol y más frío, más intensos son los rojos.
Quercus Sp. (roble). La familia de los robles es interminable, los más conocidos son el americano y el europeo. En general, durante el otoño, los robles se ponen de color amarillo ocre, hasta que se transforman en marrones pálidos. Lo atractivo del roble es caminar bajo la copa en otoño y pisar sus hojas del suelo, el sonido de la pisada sobre las hojas es mágico. Son imponentes; pueden llegar a medir 30 o 40 m, son árboles de lento crecimiento y muy longevos, viven hasta 200 años. Un secreto: sus hojas se recomiendan para mulching de rosales.
Ginkgo biloba. Es un árbol muy interesante, sus hojas son delicadas y con una forma acorazonada. Los colores de ginkgo van más por los amarillos y ocres. Necesita tener un ambiente húmedo para poder crecer y llegar a los 30 m de altura. Es un caduco, son longevos; existen algunos ejemplares con más de 2500 años y su presencia data de 270 millones de años. Tiene propiedades medicinales, sus hojas alivian o mejoran la circulación sanguínea e inflamación de articulaciones y sus semillas cuentan con propiedades expectorantes. Un secreto: en la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires se plantó un ejemplar hijo de un árbol que sobrevivió a la Guerra de Hiroshima.
Acer palmatum (Acer japonés). Los acer son miles, todos de follaje caduco. En general, sus hojas tienen una forma muy particular, como de estrella. Según la variedad, la hoja puede ser verde, roja o púrpura. Llegan a 7 o 10 m de altura, son ideales para jardines medianos, y agradecen la media sombra . Es lindo verlos solos, como protagonistas del lugar. Es común verlo en forma de bonsái. Tiene un gran valor ornamental. Un secreto: lo mejor para ellos es un PH ácido, entre 4 y 6.