De tanto caminar por los campos del interior cordobés, Sebastián Viano entendió que su pasión por la maquinaria y la tecnología podía serle muy útil a otros productores como él. Junto a su primo, Juan Pablo Garnero, y otro colega, Mario Morosini, encontraron la forma de despuntar el vicio y dieron rienda suelta a la creatividad.
Lo primero que desarrollaron fue Herbi Control, un sistema de cámaras de detección y control de malezas con pulverización selectiva. El éxito inicial los incitó a dar un paso más, y hace 3 meses crearon su propio robot, que incorpora a Herbi Control pero le suma funcionalidades y detalles de diseño que lo hace muy eficiente y barato para los productores.
“Todo esto lo hicimos en un pueblo de 350 habitantes”, repite una y otra vez Viano, que mostró el primer prototipo en Expoagro y explicó su funcionamiento a Bichos de Campo. Oriundo de Colonia Almada, en el interior de la provincia de Córdoba, el productor demuestra que cuando hay una idea hay que trabajarla, porque pueden surgir avances interesantes.
“Nos gusta la tecnología, esta es nuestra pequeña startup y queremos lanzarnos a la robótica”, señaló Sebastián, que sabe bien que eso que empezó de forma lúdica, como un pasatiempo, puede darles un sustento. De hecho, algunos de sus productos ya están en el mercado y dan muestras de éxito: Herbi Control puede aplicarse a pulverizadoras tradicionales para hacerlas selectivas, y hasta a drones, para aprovechar los nuevos desarrollos.
En realidad, robots pulverizadores ya existen en otras partes del mundo, y la aplicación selectiva es tendencia hace varios años. “No inventamos nada”, dice el productor. Pero en el fondo sí lo hicieron, porque lograron que una tecnología clave para el agro pueda venderse a un 10% del valor de otras maquinarias, y que encima ahorre energía e insumos en su aplicación diaria.
En términos de cifras, comprar hoy una pulverizadora importada significa un desembolso de entre 300.000 y 400.000 dólares, y sumar un equipo selectivo demanda no menos de 100.000 dólares extra. El robot que acaba de desarrollar Sebastián y su equipo costaría entre 20.000 y 30.000 dólares, equipado con pulverización selectiva, piloto automático, estación meteorológica y cámaras RGB para detectar las malezas.
El costo por hectárea también es significativamente menor, ya que es sólo 20 centavos de dólar, sólo una décima parte de lo que consume una máquina tradicional. “Es mucho más eficiente en el manejo de recursos. Gasta poco combustible y ahorra un 80% de químicos”, explicó el productor. Y aún más: Sólo con el ahorro de químicos, desde la empresa estiman que se puede amortizar el equipo con 1000 hectáreas trabajadas.
Una de las principales razones es la velocidad a la que opera el prototipo. A 10 kilómetros por hora, demora unas 16 horas en cubrir 100 hectáreas, y como funciona mucho más lento que las demás pulverizadoras, logra que la eficiencia del líquido aplicado sea mayor. “Si vamos a los libros, lo mejor es hacerlo a no más de 13 kilómetros por hora”, estima Sebastián.
Mirá la entrevista completa con Sebastián Viano:
En cuanto al combustible, como está equipado con 2 baterías de 110 amperios sólo emplea el motor cuando el alternador detecta que le queda poca energía. En el día a día, eso también significa un ahorro importante.
El equipo, además, puede ser transportado en la caja de una camioneta y tendrá modificaciones posteriores para ser más liviano. Próximo a su lanzamiento al mercado, Viano confía en que aquello que desarrolló en su pequeño pueblo llegará a muchos campos e, incluso, ya tiene a su comprador ideal en mente: “Es el productor joven al que le gusta la tecnología y sabe para dónde vamos”, señaló.