Por Nicolás Razzetti.-
Años tan lluviosos como el actual ponen en evidencia el pésimo estado de la infraestructura pública, que en el caso del sector agropecuario se expresa con más claridad en el déficit que existe en materia de caminos rurales.
La situación se volvió este año tan preocupante que desde la Fada (Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de la Argentina) desarrollaron una aplicación que permite relevar el estado de esos caminos. Al respecto, David Miazzo dijo que: “de las 500 alertas que registra ese sistema, el 70% reporta estado malo y sólo el 30% de regular a bueno”.
Ver “Llega la Waze del campo: te cuenta dónde hay caminos inundados”
El economista de Fada explicó que la falta de caminos rurales “impide el arraigo en el campo, la generación de empleo rural y resta competitividad a diferentes actividades”. Entre ellas destacó a la lechería, la cría de pollos y de cerdos. Estas requieren del ingreso y salida constante de insumos y productos.
Miazzo explicó que el país cuenta con 500 mil kilómetros de caminos rurales de los cuales 270 mi están en las provincias pampeanas (Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y La Pampa). El mantenimiento de la mayor parte de ellos es gestionado por los estados provinciales y municipales. Pero también a veces por consorcios camineros, como los que existen en Córdoba y Chaco, que se hacen cargo de poner el dinero necesario por adelantado para que luego el inspector de turno certifique la obra y el Estado reembolse los fondos si sus cuentas públicas están más o menos en orden.
Para revertir esta situación, el especialista de Fada consideró que hay que trabajar en tres ejes principales:
- En primer lugar los productores deberían mejorar la implementación de las buenas prácticas agrícolas, que implica realizar las rotaciones para retener en el campo los excesos hídricos y manejar la altura de la napa.
- En segundo término se deberían instrumentar “planes viales directores con una buena coordinación y planificación, en la que puedan intervenir la Nación. Pongámonos al menos a planificar los caminos rurales”.
- Finalmente Miazzo consideró que el mantenimiento y su mejora requiere de más fondos. “Lo que paga el campo vía impuestos supera lo que se destina a los caminos rurales”, observó.