La Moraleja es un establecimiento productivo ubicado en el departamento de Anta, provincia de Salta, a 10 kilómetros de Apolinario Saravia. Posee nada menos que 4.000 hectáreas implantadas con limón y 37,5 hectáreas de hortalizas bajo invernáculo, en su mayoría tomate y pimiento -morrón- que cotiza en Buenos Aires en pleno invierno, una época en que escasea. Sus accionistas son extranjeros y tratan de cumplir al dedillo con todas las regulaciones.
En el lugar se cosecha durante unos 10 meses al año y además se ocupa mucha mano de obra para los invernáculos. Así, en el pico de actividad La Moraleja puede ocupar hasta casi 2.000 personas. Es un número enorme para una zona donde no sobran las opciones laborales. Según aclaran, todos esos puestos son contratados ‘en blanco’, algo no tan usual en ese tipo de producciones intensivas y zafreras.
Daniel Galeano, es el jefe de personal de este gran establecimiento y tiene la ardua tarea de conseguir y mantener ese número de empleados. Bichos de Campo lo consultó sobre si tener todo en regla a veces lo complica para seducir gente; “Sí, la verdad que sí, porque nosotros pagamos a 15 días o al mes, según el caso. Y hay otros empleadores que contratan en negro y pagan por semana o por día; y eso nos complica para captar a cierta gente”, destacó.
Mirá la entrevista con Daniel Galeano:
“Estamos en una zona en donde no hay grandes urbes y debemos agrandar el radio de búsqueda cuando se van agotando las posibilidades en la cercanía. Hasta yéndonos a veces tan al norte como hasta Orán”, explicó. En el lugar había trabajadores llegados de otras provincias, en especial el Chaco y Formosa, y hasta de otros países como Paraguay.
Hay un razonamiento que se repite y es que muchos trabajadores rurales no quieren ser contratados regularmente por temor a perder la Asignación Universal por Hijo (AUH) y otros planes sociales. Al respecto, Galeno aclaró que no pierden ese beneficio por trabajar en La Moraleja o en otros establecimientos que se ajustan a la normativa laboral. “Si lo que pueden perder son otros beneficios provinciales, pero no la asignación”, aclaró.