Después del “frutazo” y varias protestas de productores de economías regionales que vienen en caída libre y le echan la culpa al regreso de las retenciones en 2018, como es el caso de peras y manzanas o los cítricos, el Gobierno nacional publicó dos decretos con la supuesta intención de mitigar esa crisis. pesas normas no hicieron más que generar decepción entre los dirigentes rurales.
En la manifestación que se hizo el 23 de abril en Plaza de Mayo, los dirigentes frutícolas hicieron explícito el pedido a las autoridades de que eliminé o al menos bajen las retenciones a los productos regionales, desde los actuales 4 pesos a 3 pesos por dólar exportado, al considerar que los envíos de frutas llevan valor agregado. En rigor, los derechos impactan sobre 10% del valor FOB de un cajón de frutas, pero a los productores les descuentan 30% o más del precio de se producción.
La respuesta del Gobierno se conoció en el boletín oficial de este martes, en el que se publican dos decretos con cambios en el esquema de retenciones.
El decreto 280 dice que se exime del pago de los nuevos derechos a las empresas Pymes y que la medida rige desde la reimplantación de las retenciones en septiembre de 2018 y hasta diciembre de 2020. Luego aclara que en realidad los beneficiados son para empresas exportadoras que hubieran vendido al extranjero en 2018 por hasta 50 millones de dólares. Y explícita además que no se pagarán retenciones solamente por el diferencial entre lo que se exportó el año pasado y el incremento que pudiera lograrse este año o el próximo.
Claramente, crisis macreconómica y de las producciones regionales mediante, parece poco probable lograr ese aumento en los envíos al extranjero. Se trata de una medida que podría incentivar a las exportaciones si estuviéramos en una economía en crecimiento, pero no es el caso.
El decreto 365 por su parte fija más límites para llegar a acceder al supuesto beneficio. Dice que el monto a desgravar no podrá superar los 600 mil dólares para los que haya registrado exportaciones en 2018 y alos 300 mil dólares para los que no lo hayan exportado ese año y comiencen a hacerlo en 2019.
Pablo Vernengo, de la Confederación de la Mediana Empresa (CAME), dijo que “es más de lo mismo. Si llegara a entrar dinero a alguna de las cadenas no va a derramar en los productores porque si hubiera algún beneficio quedará en la empresa exportadora, por lo que seguimos engordando a los peces gordos”.
Por su parte Ariel Panozzo, de la Federación Entrerriana de Citrus, indicó: “Es una vergüenza, parece que no le quieren encontrar la vuelta. Creo que se podría buscar la forma de alentar y que uno siga produciendo, pero estas medidas desaniman y desalienta a que la gente quiera seguir en la producción”.