En 1923, un grupo de productores del sur bonaerense preocupados por la incidencia que tenía el clima sobre sus cultivos decidió comprar un establecimiento en Tres Arroyos, para mejorar los conocimientos y difundirlos entre sus pares de la zona. Nacía así la Chacra Experimental Barrow, que en realidad primero se llamó La Previsional, pues llevaba el nombre de la cooperativa de seguros agrícolas a las que pertenecían sus impulsores. Estaba ubicada en el kilómetro 487 de la ruta 3. Y allí sigue generando cosas.
El acto oficial para conmemorar este centenario de la Chacra Barrow iba a realizarse esta semana, pero fue reprogramado para el próximo martes 30. Estarán el presidente del INTA, Mariano Garmendia, y el ministro de Desarrollo Agrario bonaerense Javier Rodríguez, y posiblemente también participe el gobernador Axel Kicillof.
Relata la historia que durante la década del ´40 la propiedad fue transferida a la provincia de Buenos Aires, adoptando el nombre de Chacra Experimental Benito Machado. Y no sería hasta 1962, cuando el entonces Ministerio de Asuntos Agrarios de la provincia firmara un primer convenio con el INTA, que la Chacra Barrow fuera tomando el perfil que actualmente la identifica.
En 1992 la Chacra fue reconocida como una Estación Experimental Integrada con INTA y desde entonces su nombre es Chacra Experimental Integrada Barrow.
Actualmente Paula Pérez Maté, que es ingeniera agrónoma, es la directora de la Chacra. Para ella, y aunque la experimental tiene mucho renombre, es una experimental “chica y hasta humilde, porque es un trabajo muy silencioso el que se hace y a veces hasta localmente no se sabe todo lo que se hace”.
Compuesta por una parte productiva, siendo referente en temas de agroecología a nivel nacional, un sector que se dedica al mejoramiento genético vegetal, que apunta a sacar nuevas variedades y la parte de extensión, primordialmente para la difusión de esas nuevas tecnologías. El modelo que desarrolla es lo más parecido al modelo universitario, articulando la investigación, la docencia y la práctica en territorio.
Desde 2011 cuenta con un módulo de 10 hectáreas dentro de un lote de producción, en el que se realiza un manejo agroecológico de cultivos extensivos mixtos integrados y, dese el 2020, se registraron 47 variedades de trigo candeal y una de trigo pan.
Se desarrollan redes de evaluación de variedades e híbridos para lograr información sobre el comportamiento de los materiales según el ambiente, su estabilidad, adaptación y rendimiento. Se realizan capacitaciones en organización y tecnologías de producción y gestión, trabajo con jóvenes, agricultura familiar, y se articula con diferentes establecimientos educativos.
El establecimiento cuenta desde hace más de 50 años con un laboratorio de calidad industrial de granos, transformándolo en un referente en esa temática. Está dotado de instrumentos y herramientas para la evaluación de granos de avena, cebada, trigo pan, trigo candeal, maíz, colza, girasol, sorgo, soja y forrajes.
Mis felicitaciones a la Chacra Experimental Integrada Barrow en la que se crearon nuevas variedades de arena que evalué en ensayos en INTA Jesús María Cba y seguramente otros logros importantes.