Como muchas, esta historia comienza con un deseo: a alguien le gusta mucho algo y ese gusto es el impulso para comenzar un negocio; más cuando ese algo empieza a escasear. En 2015 Tomás Jaime tenía 21 años, estudiaba Administración de Empresas, ya le gustaba el gin y se enfrentaba al problema de que resultaba difícil conseguirlo y además era muy caro. “¿Y si fabricamos un gin nacional de alta calidad?”, pensó… y concretó: hoy Heredero Gin es una realidad que crece y se exporta.
“Yo no tenía idea de cómo se fabricaba gin, así que me puse a investigar; además en Internet no había marcas argentinas y hoy hay más de 400”, grafica este emprendedor oriundo de Entre Ríos y que con producto rinde homenaje a su provincia, ya que elabora el único gin del mundo con base de mandarina. En la actualidad, la capacidad productiva es de 21 mil litros mes y esperan aumentar esa cantidad en un 70% aproximadamente en 4 meses.
-Usted compra las mandarinas a productores Villa del Rosario, Entre Ríos. ¿Qué variedad utiliza?
-Son mandarinas agroecológicas de la costa del Uruguay. Tratamos de utilizar la variedad criolla durante todo el año; de hecho usamos una criolla que es bastante prolongada en el tiempo y también la cosechamos previamente a su maduración, la ponemos en cámaras y así duran más.
-¿Qué cantidades compra?
–Utilizamos más de 300 kilos semanales, que se pelan a mano. Es un gran trabajo. Se utiliza la piel de la mandarina.
-¿Por qué dice que utiliza agua del acuífero guaraní? ¿Y qué ventaja tiene?
-Utilizamos agua dulce, extraída del río. El acuífero Guaraní es una de las reservas de agua más grandes del planeta. Se trata con un procedimiento de ósmosis inversa, luego se hace el proceso de hidratación del alcohol.
-¿Es el único gin del mundo de mandarinas?
-Cuando creé la receta no había otro y creo que hoy tampoco hay otro gin con notas de piel de mandarinas. Si hay, no lo conozco. El nombre Heredero se debe a que es un gin que hereda toda la parte de sus componentes botánicos naturales de la región: el agua y todo lo que nos brinda la Mesopotamia argentina.
-Antes no había gin nacional y que ahora hay muchos. ¿A qué se debe este crecimiento?
-Creo que se debe al trabajo que estamos haciendo las marcas para la comunicación del producto en sí, el gin, y también para posicionar el coctel gin tonic. Se puso muy de moda en Argentina y a nivel mundial, también se está popularizando mucho. Ahora estoy en España para insertar aquí también la marca Heredero y la verdad es que se consume mucho gin, es una tendencia a nivel global. Creo que el gin tonic resurgió para quedarse.
-Tardó 2 años en dar con la receta. ¿Por qué?
-Llevó mucho tiempo estandarizar la receta porque yo empecé con la idea de fabricar una marca que nos represente a la región y a usar productos autóctonos. Pero no sabía nada de cómo elaborarlo en ese momento. Tenía una idea muy concreta en la cabeza y sabía que quería concretar ese proyecto; sin ayuda ni financiamiento de nadie, me compré un alambique chiquito, un libro de destilados, investigué y empecé a probar. Al principio me salía mal pero seguí probando y aprendiendo de los errores, hasta que me empezó a salir cada vez mejor y di con la receta exacta. Cuando uno emprende un proyecto está bueno tener una idea bien concreta y tomarse el tiempo que sea necesario para trabajarlo hasta estar bien seguro que está listo para salir al mercado.
-Más allá de buscar en internet ¿se capacitó con alguien?
-No me capacité con nadie porque en ese momento no había, tampoco había la cantidad de tutoriales como hoy existen en las redes sociales. Ahora hay mucho más acceso a información y cursos. En el 2018 me asocié con Yvonne Storey (mi prima), instalamos la planta en Paraná y registramos el producto.
-Localmente, ¿quiénes son hoy sus clientes? ¿Cómo fue que logró exportar a Panamá y pronto España?
-Tenemos un portfolio de clientes muy desarrollado, con distribuidores en todo el país; también trabajamos con las cadenas de supermercados mayoristas que son muy populares. Heredero es un producto que la gente puede encontrar tanto en un supermercado como en vinotecas, o bares. Tenemos muy bien trabajado el posicionamiento del producto en la góndola. Lo de Panamá se dio por un amigo en común y el mes que viene ya sale la marca en ese país, con la idea de que sea una base logística para llegar al resto de Centroamérica. En España ya estamos trabajando para desembarcar, con expectativas de llegar a toda la Comunidad Europea el año próximo.
-¿Perciben interés de otros mercado del exterior?
– Todo el tiempo nos llegan mails y llamados de importadores de todo el mundo, sobre todo desde que cambiamos el packaging. Eso ayudó un montón porque es muy lindo y competitivo a nivel internacional desde la etiqueta hasta la tapa y puede exhibirse en cualquier góndola del mundo o en cualquier free shop porque llama la atención. Con muchos estamos avanzando.
-Uno de sus próximos proyectos es producir ron. ¿Dónde comprará la caña de azúcar?
-En Tucumán, aprovechando la gran producción que hay y usarla para elaborar un ron añejo Premium nacional. Se prensa, se fermenta y luego se destila y se manda a las barricas de roble francés y americano con primer uso de malbec, a las que se les da un paso por Gin Heredero que es la línea de gin añejo que ya tenemos añejándose, con el fin de largar al mercado el invierno del año próximo. Se pone el ron en esas barricas y se van a dejar un año y medio o dos como mínimo.
-Heredero ha tenido éxito. ¿A qué se debe?
-A su receta: es verdaderamente autóctono, representa a una región del mundo y es algo único por sus notas frescas. Además, resulta suave para tomar porque la mandarina no invade el paladar.
-Como emprendedor, ¿qué es lo más complicado hoy?
-Lo que está pasando hoy en nuestro país porque complica mucho poder posicionar a nivel global una marca y un producto. Repercute mucho en los productores y en las empresas. No hay mucho más para decir: lo que ocurre hoy en la Argentina es la mayor dificultad que tenemos.