Con excepción de los commodities agrícolas y la ganadería vacuna, el resto de las actividades productivas no cuentan con mercados institucionalizados que den transparencia y certeza al comercio.
Ese es el gran reclamo que desde hace años vienen sosteniendo dirigentes de CRA, como Eduardo García Maritano, Andrea Passerini, y ahora Norberto Ferrari, el nuevo coordinador de lechería de esa entidad, que quiere poner en marcha un plan piloto sobre comercialización de leche fluida en Entre Ríos, donde está radicado hace unos años.
Ferrari es un ingeniero agrónomo que nacido en Venado Tuerto, zona eminentemente agrícola. Se recibió en 2001, en la víspera de la crisis.
“En ese momento muchos semilleros despedían gente y había mucha competencia con personas ya con experiencia”, recordó en una charla con Bichos de Campo. Por eso en 2003 decidió aceptar la propuesta de irse a vivir y trabajar en un campo al norte de Nogoyá, en Entre Ríos.
“No estaba siquiera construido el puente Rosario Victoria y los caminos de aquella época eran muy diferentes a los de ahora. Con el paso de los años se hicieron de ripio pero por la falta de mantenimiento de eso queda poco”, se quejó el ahora productor de leche.
Diez años después radicarse en Entre Ríos se fue a Maciá. La decisión vino de la mano de la llegada del primer hijo y la necesidad de vivir en una zona urbanizada y con servicios públicos como colegios y hospitales. A esa altura también consideró que su ciclo en ese primer trabajo había concluido, y en paralelo le ofrecieron alquilar un tambo.
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“Iniciamos junto a otro productor que también trabajaba en relación de dependencia, actividades particulares. Decidimos poner una venta de insumos agropecuarios y a los meses nos surge la posibilidad de alquilar un tambo que venía produciendo. Como yo me dedicaba a eso en mi empleo anterior dije, bueno, vamos a meterle para adelante. Ahora soy empresario de un tambo alquilado”, relató.
Desde que tomó esa decisión las cosas no resultaron sencillas. “Climáticamente tuvimos tres emergencias agropecuarias, una por exceso de agua y dos por sequía. O sea que desde el 2014 hasta acá tuvimos tres de pérdidas netas por emergencias agropecuarias y climáticas solamente. Fueron años durísimos y eso te hace repensar la actividad pero la verdad es que nos gusta mucho lo que hacemos”, afirmó.
Per aparte de la cuestión climática, pesan los avatares de la economía y los problemas propios de la cadena lechera, en la que el productor entrega todos los días lo que generan sus vacas a cobrar a plazo y sin precio cierto, algo que resulta casi inviable a cualquier otra actividad.
La lechería comienza a contar con información más precisa para el pago de materia prima
“Hay productores que quieren seguir comercializando con compraventa oral. Perfecto, que se siga comercializando así como se ha hecho históricamente durante todos estos años. Pero también hay productores que quieren tener otra forma de comercializar su leche, que haya industrias que le oferten esta posibilidad que hasta el día de hoy no está. De eso se trata el plan piloto que proponemos para llevarse a cabo acá en esta provincia”, comentó.
La intención es conocer de antemano la fecha de pago y el precio tomando como referencia el valor de referencia del Siglea, y sobre el cual se calcularía un porcentaje de bonificación en caso de que la empresa pague menos.
“Por ejemplo, si se define la fecha de pago el 6 de cada mes, una vez conocido el valor Siglea se corrige el valor y se hace el pago adicional correspondiente. Eso sería un precio determinable, sería un precio de mercado que sin dudas es mejorable”, indicó.
Ferrari explicó que presentaron la propuesta a las autoridades provinciales y que tuvo buena recepción porque en el gobierno de Entre Ríos hay productores y ex dirigentes como Jorge Chemes, también tambero, y Guillermo “Willy” Bernaudo.
“A las autoridades provinciales le parece, en términos generales, una buena propuesta. Ellos momentáneamente van a dar el marco de esto y delimitarán la cancha de este plan piloto. Para eso tienen que poner en marcha una ley que ya está vigente desde el año 84’, que dio lugar a la creación del Consejo Provincial Lechero, donde hay actores de toda la cadena, funcionarios provinciales, gente de producción de la provincia, gente de INTA, gente de la producción primaria y gente de las industrias”, sostuvo.
Ferrrari sostiene que ese cónclave podría ser componedor ante un eventual conflicto entre producción e industria. “Vamos a ver qué formalizaron en estas transacciones, y si alguna de las dos partes tiene alguna diferencia con esta formalización, en ese espacio se podría resolver el conflicto”, señaló.
El dirigente entrerriano dijo que en caso de haya inconsistencias en el producto comprometido se podrían hacer los estudios correspondientes y tomar luego las decisiones comerciales convenientes. Lo mismo si hay irregularidades en cuanto al plazo de pago y el precio. Este acuerdo daría certezas, indicó, tanto a productores como a las fábricas.
Para que esto funcione proponen que la provincia “genere un sello de lealtad comercial, así la empresa que adhiere a esta nueva forma de comercialización puede imprimir en su producto que cumple con ese requisito, y que ayuda a la sustentabilidad económica de la producción. A su vez, la provincia le daría prioridad en cuanto a la promoción de sus productos en los mercados internacionales”
Ferrari sabe que el trabajo por delante es arduo, que el sistema comercial está muy instalado, que hay que cambiar la cabeza de actores de los dos eslabones, y que a muchos -sobre todo a los industriales- no les conviene salirse del status quo. Pero no pierde la esperanza.
“Nosotros calculamos que esto va a llevar un tiempo, unos meses, en las cuales estará en marcha este plan piloto. Trataremos el 7 de mayo, en Todo Láctea, hacer la presentación y avanzar luego en la implementación”, concluyó.