Un reporte del Rosgan, el mercado ganadero de Rosario, mostró que las últimas lluvias, que recorrieron el este de Córdoba, el sur de Santa Fe y gran parte de Entre Ríos, revitalizaron el suelo y cambiaron el ánimo de los productores de bovinos tras meses de incertidumbre.
“Este cambio inesperado no solo estabiliza los perfiles de humedad, sino que ofrece un respiro para las pasturas y el forraje, claves para la nutrición del ganado. Los productores, acostumbrados a lidiar con los caprichos del clima, ahora ven una oportunidad para ajustar estrategias y posiblemente incrementar el peso de los animales antes de enviarlos a faena”, señalaron desde ese mercado.
Sin embargo, los que parecen no ayudar son los precios del mercado interno, que todavía siguen bajos. Tal es así que la hacienda gorda, estancada en torno a los 2,000 pesos por kilo desde hace meses, perdió casi un 18% de su valor real respecto de diciembre de 2023.
“A pesar de una leve recomposición salarial, el consumo interno no está logrando acompañar los costos y esfuerzos del sector”, consideraron desde el Rosgan, y afirmaron que las góndolas reflejan la situación.
“Los precios de la carne en términos reales acumulan una caída del 22% en lo que va del año, lo que deja al mercado local en una posición frágil y con pocas señales de mejora a corto plazo”, indicaron.
Pero si el clima se mantiene favorable y se evita un verano extremo, las chances de que los productores retengan el ganado y sumen kilos a campo, se multiplican según expertos del Rosgan.