Un proyecto interinstitucional, llevado adelante por investigadores de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA), el CONICET y el INTI, se propuso abordar la problemática del acceso fuentes de agua segura para el consumo, a través del desarrollo de una herramienta económica y sostenible. Empleando nanotecnología, el trabajo permitió elaborar hidrogeles capaces de eliminar virus, hongos, bacterias, además de retener metales pesados, al entrar en contacto con el agua.
“La nanotecnología es una disciplina que nos permite manipular la materia a una escala muy pequeña, de entre 1 y 100 nanómetros, invisible al ojo humano”, señaló Romina Giacometti, investigadora en el Instituto de Investigaciones en Biociencias Agrícolas y Ambientales (INBA), de la FAUBA y el CONICET.
“A esta escala, los elementos son más reactivos, la eficacia de sus aplicaciones aumenta y hasta aparecen nuevos comportamientos. Se abre un mundo de posibilidades para innovar en materiales, productos y procesos en áreas como la medicina, la agricultura y la industria, entre otras”, sostuvo a continuación.
Los hidrogeles, basados en tecnología de nanofiltración, no solo retienen contaminantes sino que utilizan nanopartículas de plata capaces de eliminar microorganismos patógenos.
“Se podrían usar en zonas de la Argentina donde las aguas subterráneas tienen arsénico de forma natural, que puede producir diferentes enfermedades. También nos enfocamos en que sean reciclables, es decir, para que se puedan usar muchas veces, que resistan la deshidratación y la rehidratación”, destacó la investigadora.
Como si esto fuera poco, el proyecto apunta además a minimizar el uso de químicos convencionales para desinfectar aguas, como por ejemplo la lavandina.
Giacometti resaltó resaltó que ya cuentan con los protocolos para producir los hidrogeles a mayor escala, y afirmó que a futuro seguirán optimizando los nanomateriales y evaluando su efecto biocida.
Actualmente, el Laboratorio de Agro-Nanotecnología de la UBA tiene diferentes líneas de investigación enfocadas en el sector agropecuario. En particular, se destaca la elaboración de 30 nanopartículas con aplicación a la fertilización y al tratamiento de enfermedades de cultivos.