El faltante de gasoil amenaza también a la actividad arrocera. Es que el combustible es el principal insumo en la actividad, al menos en Entre Ríos, ya que se lo requiere para el bombeo del agua al momento del riego, pero también en los trabajos previos de preparación del suelo.
Este mes deberían comenzar las tareas culturales de preparación del suelo, que exige como primera medida la nivelación para que el agua llegue y permanezca en el lote a determinada altura. Pero sin gasoil no se puede preparar el terreno y sin eso no hay ciclo del cultivo posible.
Enrique García, productor y presidente de la Asociación de Plantadores de Arroz, dijo que además juega el alto precio del combustible, ya que en diferentes zonas se lo paga por encima de los 200 pesos el litro.
“El arroz tiene el precio de septiembre, pero el combustible se duplicó. La relación arroz/combustible es similar a la que tuvimos en las peores crisis” dijo García.
Escuchá al directivo arrocero:
El productor indicó que con estos valores del gasoil “el rinde de indiferencia para cubrir costos es 20% superior a la media de cosecha provincial, que es 7500/7800 kilos por hectárea”. Esto implicaría que se deberían producir entre 1500 y 1800 kilos más por hectárea, algo posible solo en situaciones excepcionales.
“Hoy es inviable producir con estos costos y precio. En el promedio de los años el costo del arroz fue de 1500/1600 dólares la hectárea y hoy estamos en 2100 dólares por la suba de los fertilizantes, otros insumos y el valor del gasoil, con el agravante de que no hay un abastecimiento normal”, precisó García.
Mientras tanto, el precio que reciben los agricultores por sus granos está planchado, dijo García: “estamos cobrando 27.000 pesos la tonelada, cuando deberíamos percibir 10.000 peso más que no nos llegan por el impacto del desdoblamiento cambiario y los derechos de exportación. Con ese valor podríamos empatar los costos y el rinde de indiferencia sería otro”.
El dirigente estimó que en las condiciones en que arranca la campaña “habrá una gran caída del área” y advirtió que los productores “en su mayoría piensan en reducir su siembra a una superficie que les permita mantener el equipo de trabajo funcionando”.