Como un matrimonio que ingresa a su séptimo año, el momento en que se produce la tan mentada comezón que pone en riesgo ese vínculo, el gobierno decidió extender el sistema de control de semillas Bolsatech, una relación por apuro que nació forzosamente a partir de 2016, cuando la multinacional Monsanto impulsó un sistema compulsivo de control de su soja Intacta RR Pro en los puertos y acopios. El problema es que ahora la propietaria de esa tecnología, la alemana Bayer, anunció que ya no se comercializará en el país y por lo tanto no financiará los costos del sistema, como sucedía hasta ahora.
Mediante la Resolución 37/2022, publicada en el Boletín Oficial y firmada por el ministro Julián Domínguez, se ratificó que en la próxima campaña agrícola, y como sucedió en los últimos años, “le serán extraídas al productor o remitente, 2 muestras de grano en el primer punto de entrega, para la verificación varietal y del cumplimiento de la Ley de Semillas y Creaciones Fitogenéticas 20.247”.
El sistema Bolsatech sigue vigente hasta el 28 de febrero de 2022: Luego nadie sabe qué sucederá
En la misma norma, de todos modos, se aclara que los controles pondrían no ser generalizados como hasta ahora sino que “dicho muestreo se hará efectivo para las entregas que correspondan a los agricultores o remitentes que el Instituto Nacional de Semillas (INASE) determine y a partir del momento en que el referido Instituto Nacional emita el pertinente listado”.
En los considerandos de la resolución de Agricultura se explica que “a lo largo de las seis campañas desarrolladas, en las que se ha aplicado el mecanismo descripto, se han presentado experiencias que han permitido lograr una evolución de la norma”. Las lecciones aprendidas son básicamente dos:
- Se dispone “una nueva prórroga que permita dar continuidad al mecanismo de verificación”, pero a la vez “se promueve la quita del plazo de vigencia que hasta el momento se mantuvo”.
- El “objetivo primordial de la verificación” ya no sería el universo de todos los productores, sino “un listado de agricultores objetivo que el INASE emitirá oportunamente, naciendo en dicho momento la obligación de muestreo”.
Habrá que esperar entonces la letra chica que definirá ese organismo descentralizado. En el mismo sentido, también está por verse quien pagará el costo de este renovado sistema Bolsatech (que fue el nombre que tomaron los controles compulsivos de la soja Intacta que realizaba Monsanto con la intervención del Estado y de las Bolsas de Cereales de todo el país, que se ocuparon a partir de allí de hacer los tests).
Hasta el año pasado, fue la nueva dueña de Monsanto, la compañía Bayer, la que se ocupó secretamente de costear el valor de los reactivos. Pero ahora eso está por verse pues la alemana anunció que se retiraba del negocio de la semilla de soja en la Argentina.
En su artículo 2, quizás por este intríngulis, la resolución de Domínguez avisa que el INASE, “si lo considera necesario, suscribirá convenios con entidades representativas del sector del comercio de granos para canalizar la operatoria necesaria para el cumplimiento de los objetivos de la presente Resolución como así también de toda la información resultante de la misma que será de utilización del INASE y tendrá carácter confidencial”.
En los últimos meses, desde que se conoció la decisión de Bayer, dentro de la Asociación de Semilleros Argentinos (ASA), las empresas discutieron como mantener el sistema que permite identificar las variedades de semillas utilizadas por cada productor, para que con dicha información el organismo estatal pueda velar por los derechos de los propietarios de cada tecnología.
En ese sentido, la nueva resolución dispone que ese organismo “podrá efectuar, por sí o por terceros, todos los análisis y/o ensayos que considere pertinentes y suficientes para determinar la verificación varietal en cumplimiento del Artículo 27 y concordantes de la Ley de Semillas”. Y aclara que los infractores serán sancionados de acuerdo a lo establecido en el Artículo 38 de la Ley de Semillas”.
La extensión del denominado sistema Bolsatech se produce en momentos en que el Minsiterio de Agricultura ha promovido para la presidencia del INASE a Obdulio San Martín, un ex ejecutivo de la semillera local Grupo Don Mario, que se ha manifestado desde su llegada al gobierno a favor de discutir y actualizar el texto de la vieja Ley de Semillas, que data de los años 70, para aggiornarlo a los nuevos tiempos y velar por los derechos de los obtentores, de modo de promover nuevas investigaciones que permitan mejorar los rendimientos agrícolas que se están obteniendo en la Argentina.