Aunque los pronósticos de corto plazo marcan lluvias en zonas que venían muy postergadas y que aguardan meter todas las fichas a la siembra de cultivos gruesos, como Córdoba y Santa Fe, que vienen con reservas hídricas en rojo, las mismas no son del todo suficientes porque el escenario de La Niña sigue marcando tendencia, al menos hasta febrero de 2021.
“No creo que tengamos una sequía de gran escala como la 2008/2009 pero sí creo que será una campaña difícil y que habrá que hacer mucha agronomía para trabajar en un contexto de escasez de humedad en los perfiles”, declaró a Bichos de Campo Germán Heinzenknecht, meteorólogo de la Consultora de Climatología Aplicada (CCA).
Ahora está lloviendo más sobre el oeste que sobre el este. Según explicó Heinzenknecht, “la diferencia la hace el sistema de alta presión del Atlántico que estabiliza mucho la franja este del país, y para la semana entrante, entre martes y jueves se espera un sistema precipitante generalizado, con lluvias de buen volumen y cobertura”.
Así como ocurrió en septiembre y octubre, parece ser que noviembre también cerrará con un solo sistema precipitante bueno. Esto significa que la frecuencia de lluvias es muy bajo, lo cual es muy malo para el maíz y la soja. “Este tipo de correcciones que se dan una vez al mes, que aunque son auxilios, no llegan a completar el perfil de humedad con lo cual las siembras se irán dando en base al ritmo en que aparezcan las lluvias”, explicó Heinzenknecht.
Lo cierto es que a esta altura el volumen sembrado con soja debería ser mayor del que es, y lo mismo ocurre con el maíz, por eso muchos apuestan a un escenario mayor con cultivos tardíos. “Este contexto de precipitaciones por debajo de lo normal no es de corto plazo, todo el año vino así. Ya en febrero comenzaron a flaquear las lluvias y en zonas como la central, sobre todo Córdoba, norte de La Pampa, oeste de Santa Fe y el NEA, se ve mucho mayor el daño en los perfiles del suelo”, remarcó el meteorólogo.
El fenómeno de la Niña era un pronóstico que estaba anticipado desde el invierno, y con el correr de los meses y el avance de la primavera se afianzó. Hoy está completamente instalado y de acuerdo a los pronósticos de largo plazo seguramente permanezca hasta marzo de 2021. “Lo bueno de este evento es que es frío y no tan intenso, pero de todos modos es un indicador negativo para el comportamiento de las lluvias”, explicó.
A gran escala predominará una deficiencia en los rendimientos, porque La Niña seguirá acompañando esta campaña hasta febrero y marzo del año próximo, fecha en que se define el grueso de la producción de soja argentina. “Tendremos que trabajar sobre la idea de que puede haber una merma en los rendimientos. Puede haber matices y sorpresas, pero cuando se analiza el escenario a gran escala, no es una campaña para esperar grandes resultados”, enfatizó Heinzenknecht.
En el NEA, donde la seca golpeó con mas fuerza, las siembras de soja y de algodón vienen muy retrasadas y recién ahora se ve una leve mejora según Heinzenknecht, mientras que en el NOA está empezando la estación de precipitaciones que se suele dar por lo general a mediados de noviembre, con lo cual todavía esa zona está en fecha con las lluvias. Y en cuanto a Entre Ríos, sur de Santa Fe y norte de Buenos Aires, allí hubo buenas y malas, sobre todo en la campaña Fina, considerando el panorama de falta de lluvias.
“Creo que la fina obtendrá buenos resultados a nivel general, a pesar de que hay zonas en el centro del país que tuvieron resultados muy malos, y tal fue así que muchos productores tuvieron que ceder muchos lotes de cebada y de trigo a sus animales”, dijo el meteorólogo de la CCA.
Buenos Aires está mejor posicionada en cuanto a humedad. En octubre llovió bastante sobre la zona pampeana, y el trigo, que florece mucho mas tarde en el sur bonaerense, tuvo el agua justa para la floración. “Los últimos fríos se retiraron a finales de ese mes, con lo cual, no deberíamos esperar más heladas y se compensaría la mala campaña Fina de Córdoba o del oeste de Santa Fe”, argumentó Heinzenknecht.
La lectura que hay que hacer de todo esto, de acuerdo a Heinzenknecht, es que “la escala regional no está funcionando bien porque ya traíamos de arrastre un comportamiento deficitario de las lluvias, y en la primavera se consolidó el fenómeno, lo que te genera un patrón que seguramente en el próximo trimestre seguirá marcando lluvias por debajo de los valores normales, sobre todo en la zona productiva del este, afectando más que a nada al NEA, la Mesopotamia, el norte de Buenos Aires, el este de Córdoba y Paraguay”.
Tal como sucedió en septiembre, octubre y ahora en noviembre, donde se dieron algunas lluvias que contrarrestaron el paso negativo de la seca, lo mismo puede esperarse durante el bimestre diciembre- enero. Sin embargo Heinzenknecht no cree que en ese período haya una oferta de agua muy generosa, pero sí ventanas húmedas que permitirán que los cultivos respiren.
“No tendremos una situación de perfiles con sobrante de humedad, pero sí creo que esas ventanas húmedas permitirán que los cultivos se mantengan. No es una campaña en la que se pueda aspirar a tener una gran cosecha. Las zonas que logren valores normales pueden estar más que satisfechas”, argumentó el meteorólogo.