Preocupado por lo que ingiere su hija de ocho años de edad y alertado por otros chicos que enfrentan problemas de obesidad, Nito Anello se empeñó en crear una línea de alimentos para la comunidad infantil. Así en 2021 nació Zafranito, un gama de productos orgánicos y sin TACC que se presenta en forma de barritas, galletitas y otras golosinas a base de harina integral.
Según Anello, cofundador de Zafrán, recetas honestas, una empresa con 12 años en el mercado argentino, siempre estuvieron convencidos de que en sus elaboraciones de “ninguna forma” utilizarían trigo transgénico. De ahí surgieron los convenios con productores orgánicos certificados. En la zona de Trenque Lauquen, provincia de Buenos Aires, se produce el trigo y la harina orgánica que emplean en la mezcla, endulzada también con miel orgánica, que proviene de cooperativas de Entre Ríos y Corrientes.
“Tuvimos que hacer un gran desarrollo de productos y proveedores para lograr un alimento que le guste a los niños y que además tenga esas características, es bastante complejo. Entonces nuestros proveedores hacen una harina orgánica, molida a piedra, super nutritiva”, explicó el joven emprendedor a Bichos de Campo.
Para la empresa, las galletitas marca Zafranito -sabor chocolate y vainilla- son un propuesta para reemplazar a las galletitas “ultraprocesadas de siempre” y también son una alternativa orgánica, integral, baja en grasas saturadas, sodio y fuente de fibra.
Esta línea de alimentos pensada para las infancias también está compuesta por una gama de cereales a base de harina de garbanzos, elaborada por la empresa Pampa´s Organic y otros pequeños productores del norte del país. Hasta el momento, son estos los productos de consumo infantil que se comercializan en las principales cadenas de supermercados y dietéticas del país. Sin embargo, Anello y su equipo “están confiados” que esta línea seguirá creciendo, porque la gente buscará “cada vez más alimentos orgánicos para niños”.
La marca Zafranito, destinada a las infancias, es lo más novedoso de todo lo que lanzó Zafrán, que es un emprendimiento que tiene su planta en la localidad bonaerense de San Martín, desde donde distribuyen unos de sus productos más expandidos, las barras de frutos secos.
“Somos un equipo de trabajo de 42 personas empleadas de forma directa. Donde 21-exactamente la mitad- enfrenta una alta barrera de empleo por ser migrantes, madres solteras o personas con discapacidad. Trabajamos con talleres protegidos y otras cuatro fábricas que producen alimentos para nosotros. También trabajamos con muchas empresas que deciden brindar mejor alimentos a sus equipos y compran directamente nuestras barras para que haya una colación”, detalló Anello.
-¿Cuáles son los canales de distribución de los productos de esta nueva línea Zafranito?
-Somos un emprendimiento que venimos creciendo fuertemente, y estamos distribuyendo cada vez en más lugares. Se pueden encontrar nuestro productos en supermercados y a través de proveedores llegamos a las dietéticas, almacenes y kioskos. Pero además vendemos online, a través de nuestra pagina web, donde se pueden encontrar promociones y ofertas para la compra directa de nuestros productos. Así llegamos a todo el país.
-Son una empresa que ostentan la Certificación B, por su compromiso social e impacto ambiental. ¿Ha representado algún beneficio para su crecimiento?
-Ha sumado mucho para nosotros, a la hora de alinear en el equipo de trabajo la forma de comunicar cuál es el propósito y la visión de la empresa. Todavía no hay ningún beneficio crediticio, ni mucho menos impositivo. Pero la empresa, además de ser B dona el 1% de la facturación, porque estamos certificados como empresa One Percent for the Planet. Este impuesto nos lo autoimponemos para el planeta y esa donación va a organizaciones que se dedican al cuidado del medio ambiente.