Después de varios meses con tendencia alcista, los precios de la carne vacuna que se exporta comenzaron a bajar. La caída se evidencia en los dos principales mercados que tiene la Argentina: China en cuanto a cantidad y la Unión Europea respecto a calidad.
La baja en el mercado asiático es de al menos 10%, según comentó un exportador a Bichos de Campo, quien agregó además que aún así los precios siguen siendo muy buenos. En las últimas semanas por el garrón y brazuelo se habían pagado precios de 8.000 dólares la tonelada y de 6.500 por sets de cortes de vacas.
Por su parte los precios a la Unión Europea bajaron cerca de 20%, pasando de picos de entre 17.000 y 18.000 dólares por tonelada a cifras de entre 14.000 y 15.000 dólares. En este caso los operadores dijeron que se combinó una menor demanda europea con la aparición de más oferta desde Argentina.
La baja en el mercado china tiene que ver con el cierre de Shangai por la difusión del Covid y los rumores de un posible nuevo aislamiento en Beijing. La situación está generando fuertes complicaciones en el comercio interno de alimentos en ese país.
Un reciente cable de Reuters indicó: “El confinamiento prolongado en Shanghái, el centro financiero de China, está ralentizando el comercio de carne del país, que suele estar en auge, y las estrictas medidas contra el COVID-19 están provocando atascos logísticos en toda la industria alimentaria, una señal de las crecientes interrupciones en los negocios”.
Dicha fuente agrega que las importaciones de carne de res a la ciudad cayeron un 23% interanual en marzo. En conjunto con otras ciudades bajo restricciones de COVID-19, los datos sugieren que exportadores de alimentos como Brasil, Estados Unidos y Australia enfrentan presiones en su comercio con la segunda economía más grande del mundo.
Todo depende de cómo evolucionen los controles a los movimientos sociales. Se espera que en poco tiempo la situación tienda a normalizarse, pero por ahora la perspectiva es incierta al menos en el corto plazo.
Sin embargo, se mira el negocio con faros más largos la firmeza parece garantizada. De acuerdo con los reportes del USDA, para el 2022 se espera una producción de 58,7 millones de toneladas, lo que indica un incremento del 1,6% respecto de 2018. En tanto las exportaciones llegarían a 11,8 millones de toneladas, lo que significa que tendrían un incremento de 11% respecto del volumen negociado 4 años atrás.
El crecimiento de los negocios tiene que ver fundamentalmente con la mayor demanda china, cuyas compras llegarían a 3,15 millón de toneladas de carne vacuna, 125% más que en 2018. Si se agregan las importaciones de carne porcina y de pollo el total asciende a 9 millones de toneladas de importación. Lástima que una vez más la decisión oficial sea la de restringir negocios e ingreso de divisas al país y a la cadena ganadera.