Las comunidades de la Puna jujeña iniciaron esta semana la temporada 2022 de esquila sustentable de vicuñas en silvestría, un proceso tradicional conocido localmente como “Chaku”. Impulsada por el gobierno local, habrá una nutrida agenda hasta diciembre, para afianzar esta actividad productiva y al mismo tiempo asegurar la conservación de esa especie.
El modelo genera una economía alternativa para el desarrollo de poblados del noroeste jujeño. En 2021 alcanzó la participación de 16 comunidades y la cosecha de casi 800 kilos de fibra, en un total de 28 chakus o encierres. Para este año se proyecta llegar a 40 y además se apunta a mejoras en la recolección de la fibra, según se informó oficialmente.
Escobar, en el departamento puneño de Yavi, fue escenario del primer chaku realizado, práctica de arreo, captura, esquila y liberación, con raíces en antiguas costumbres de los pueblos precolombinos, de la que forman parte poblaciones de la Puna integrantes de la asociación Comunidades Andinas Manejadoras de Vicuñas (Camvi).
En esta primera experiencia se logró la captura de 86 vicuñas a través de un pequeño arreo, de las cuales se esquilaron 56 y se obtuvieron poco más de 12 kilogramos de fibra, que serán aprovechados para el desarrollo económico de las comunidades.
El trabajo de promoción de la esquila sustentable de vicuñas en silvestría se inició en 2014, cuando se logró concretar tres chakus y una cosecha de 40 kilos de fibra. Tras un sostenido crecimiento en la actividad, en 2021 se lograron 28 chakus junto a 16 comunidades que cosecharon de manera récord casi 800 kilos de fibra.
“Es de suma importancia la mejora de la cosecha de fibra porque genera una economía alternativa para el desarrollo local de las comunidades originarias de la Puna que habitan el territorio que es área de distribución de la especie”, indicaron desde la Secretaría de Ambiente de Jujuy.
Destacaron que “el manejo de la vicuña en silvestría ayuda en la conservación de una especie que estuvo en peligro de extinción y hoy tiene un importante nivel de conservación”.
En julio de este año, en un trabajo coordinado con el ministerio de Desarrollo Económico y Producción local, se concretó la exportación del primer lote de fibra de vicuña producida por las 16 comunidades de la Puna, a un precio de 468 dólares por kilogramo. La compró en Italia la empresa Loro Piana Spa ese cargamento de poco más de 124 kilogramos de fibra de vicuña.