“Creo que no vino lo peor, pero tengo mucha fe en el futuro de la Argentina”. Así lo indicó Claudio Zuchovicki, gerente de Desarrollo de Mercado de Capitales de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, en referencia a la situación económica del país.
Zuchovicki confió en que la Argentina logrará comprender el valor del sector privado antes de que implosione (como sucedió en Venezuela), aunque advirtió que aún podríamos no haber tocado el “piso” antes de pegar la vuelta. “Aún no vimos lo peor”, pronosticó durante una charla ofrecida en un evento virtual organizado hoy por los grupos CREA de Mar y Sierras.
Las tasas de interés que consiguen las grandes empresas privadas argentinas para financiarse son mucho más bajas que las que recibe actualmente el Estado nacional. “La microeconomía está mucho más sólida que la macroeconomía”, señaló el economista, quien además es director Ejecutivo de BYMA (Bolsas y Mercados Argentinos).
El economista dijo que esta año está perdido porque la recuperación económica no puede provenir de la inversión ni del consumo y tampoco del gasto público, al tiempo que, con suerte, la balanza comercial de la Argentina en 2022 terminaría con un saldo a favor de apenas 7000 a 8000 millones de dólares.
“Los precios de los activos en el país están por el piso por cómo estamos, pero los argentinos tienen declarado dinero en el exterior por unos 368.000 millones de dólares; con que el 10% de esa cifra regrese al país, das vuelta a la Argentina”, comentó.
Zuchovicki aseguró que en algún momento “la conflictividad nos va a llevar a reaccionar como sociedad, para bien, y va a surgir un nuevo plan económico” que encamine la macroeconomía (está claro que no pierde las esperanzas).
En el plano global, el dato clave es que el exceso de emisión monetaria de las principales divisas globales, con el dólar estadounidense a la cabeza, está generando un proceso inflacionario generalizado que se parece mucho al ocurrido en la década del ’70, lo que obligó a la Reserva Federal de EE.UU. a incrementar de manera considerable las tasas de interés de referencia para provocar un escenario recesivo (que en América latina se conoció como la “década perdida”).
“Los países emitieron mucho y la gente ya no confía en el dinero: prefieren tener mercadería”, explicó. Por ese motivo, se viene observando en el último año un crecimiento del valor de los commodities, el cual, en parte, se explica por la depreciación monetaria.
En ese contexto, los activos reales pasan a tener un rol preponderante, razón por la cual el economista que a “sectores como el agro es necesario cuidarlos mucho”.
De todas maneras, buena parte del exceso de oferta monetaria se “neutraliza” por el momento con criptoactivos, lo que hace que el Bitcoin sea la cuarta “moneda” a nivel global (aunque habrá que ver qué sucede con la misma si se inicia un proceso de suba de tasas de interés de referencia a nivel global).
porque no sembramos trigo. En las banquina de las autopistas y las cosechas las hagan los municipios que les corresponde esa fracción s y es venden el trigo a molinos cobrándole en harina que termina enpan para las escuelas y comedores. Se puede hacer perfectamente
Está posibilidad de sembra trigo tiene que bajar de los gobernadores a los intendentes.