Hace cinco años, las economías regionales nucleadas en la CAME (Confederación Argentina de la Mediana Empresa) comenzaron a calcular todos los meses el denominado Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD), una herramienta que permite visibilizar la falta de transparencia en las cadenas de valor de productos agropecuarios, ya que compara lo que cobra un productor de un lado de la cadena con lo que paga finalmente el consumidor por ese mismo producto.
Se intentaba así visibilizar un problema recurrente de este tipo de producciones que no cuentan con mercados de referencia: la intermediación (justificada o no) multiplicaba varias veces un precio que solía ser paupérrimo para e productor y termina costando caso al comprador de estos alimentos frescos.
Con el correr de los meses, el IPOD dejó de ser noticia, porque más o menos todos los meses ofrecía la misma fotografía. Pero CAME tuvo la buena decisión de sostenerlo en el tiempo, lo que permite comenzar a darle valor de estadística. En su última entrega, cumplieron los cinco años y esta ha sido la evolución:
Como se puede ver, después de tocar máximos de más de 7 veces (entre un precio y otro) en 2015, su año inaugural, el IPOD se estabilizó en torno a los 5 puntos. Es decir que lo que costaba 5 pesos para el consumidor, el productor lo cobraba 1 peso.
“Se cumplen 5 años de la primera publicación”, destacó este domingo la entidad. Consideró, tras ese recorrido, que “si bien el IPOD contribuyó a generar conciencia, tanto en los consumidores y en el gobierno nacional, sobre las prácticas abusivas por parte de los formadores de precios; aún no se ha logrado achicar la brecha de precios campo-góndola”.
De hecho, para la medición de julio pasado, “la brecha de precios entre lo que pagó el consumidor y lo que recibió el productor por los productos agropecuarios en el campo volvió a subir en julio, al ubicarse 6,1% arriba de junio. La suba fue impulsada por fuertes aumentos en las brechas de la zanahoria, el zapallito y la cebolla”.
Si quiere acceder al informe ‘puntual puede hacerlo en este link. En julio pasado, en promedio, los consumidores pagaron 4,87 veces más de lo que cobró el productor por los productos en la tranquera de sus campos. De este modo, “la participación del productor en el precio final bajó 0,8% en julio, a 25,3%”.