El Instituto Nacional del Agua (INA) publicó este viernes la proyección de nivel hidrométrico para los próximos catorce días con una alerta de crecida a nivel de posible “evacuación” en la localidad entrerriana de La Paz.
En tanto, para las próximas dos semanas la crecida también afectará a las islas ubicadas en la zona de influencia de las ciudades de Paraná y Santa Fe, aunque con niveles que, hasta el momento, no lograrían alcanzar el umbral definido como “evacuación”.
Se estima que existen un total de 590.000 cabezas en toda la extensión del límite de la provincia de Entre Ríos que bordea a la zona del río Paraná, según datos brindados por Fundación de Lucha contra Fiebre Aftosa (Fucofa).
Transportistas que trabajan en la zona estiman que no habrá tiempo suficiente ni recursos para poder trasladar a toda la hacienda a tierra firme, lo que representa un peligro para un número significativo de cabezas bovinas.
Los integrantes de diferentes sociedades sociedad rurales de Entre Ríos vienen gestionado la posibilidad de emplear en la zona barcazas del Ejército Argentino con el propósito de reducir al mínimo posible potenciales pérdidas de vacunos.
Esta semana técnicos del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) realizaron un encuentro interinstitucional con pares del Ministerio de la Producción Ciencia y Tecnología de la provincia de Santa Fe para definir los pasos regulatorios por seguir ante la crecida del río Paraná.
En ese marco, los técnicos del Senasa establecieron, con el fin de preservar el estatus sanitario de la provincia, que el movimiento de hacienda desde zona de islas a destino se deberá realizar con el Documento de Tránsito electrónico (DT-e) y se explicó que, más allá de excepción de la vacunación en origen para el movimiento de hacienda por la situación climática, los animales deben ser vacunados en el destino de arribo una vez retirados de las islas.