Los primeros impactos del “cepo cárnico” muestran a las claras que no bajaron los precios de la carne vacuna para el consumidor argentino, pues apenas se calmaron para dejar de subir al ritmo alocado del los meses previos. Sin embargo, eso se hizo a costa de provocar una caída de casi todos los indicadores productivos de la cadena de ganados y carnes. Para empezar, la faena de vacunos retrocedió más del 11% entre junio pasado y el mismo mes de 2020.
Así lo indicó el tradicional informe mensual de la Cámara de la Industria de la Carne (CICCRA), que preside Miguel Schiariti. Esa entidad, a la luz de los primeros resultados que expone la estadística sobre el sector, reclamó que, “ante el fracaso de las medidas dispuestas, se revise la decisión y recuperemos la libertad de comercio en la Argentina”.
Para eso pidió que se reabran las exportaciones que fueron cerradas por completo el 20 de mayo, para luego ser cuotificadas un mes más tarde.
Con junio como primer mes completo de vigencia del nuevo “cepo”, los resultados productivos parecen ser francamente desalentadores. Y así los expuso el informe de CICCRA:
- La industria frigorífica faenó ese mes 1,067 millón de cabezas. En la comparación intermensual experimentó un incremento de 4,4% corregida por el número de días laborables. Pero, al comparar con junio de 2020 se observó una caída de 11,2%.
- Por segundo mes consecutivo se registró una significativa caída de la participación de las hembras en la faena total, llegando a 42,1%. Hacía cuatro años que no se observaba algo similar. Al comparar con junio de 2020 la disminución fue de 5 puntos porcentuales y con respecto al pico de junio de 2019 la caída fue de 8,5 puntos porcentuales. ¿Qué significa que se envíen tan poca cantidad de hembras al matadero? CICCRA explicó que tiene que ver sobre todo con el cierre de exportaciones de carne de vaca para China.
- Con la faena cayendo fuerte en junio, la producción de carne se ubicó en 240.000 toneladas res con hueso. Aquí Schiariti calculó que las exportaciones se ubicarían en junio (todavía no se conoce el dato oficial) en unas 50.000 toneladas, por lo que la absorción del mercado doméstico habría sido de 190.000 toneladas.
- Eso implica que el consumo aparente por habitante habría sido equivalente a 49,7 kg/año, “quedando casi 5% por debajo del nivel de doce meses atrás”, indicó el informe. Es decir que el cepo exportador no logró revertir todavía la tendencia a un menor consumo.
¿Y qué sucedió en materia de precios? Aquí el cierre de las exportaciones parece haber actuado como un freno a las fortísimas subas de precios que se registraban hasta mitad de junio pasado y que llegaron a ser de 8% entre mayo y mitad de junio. A partir de la segunda quincena del mes pasado, todo preanuncia una estabilización tanto en el mercado ganadero como en el comercio minorista. Pero lejos está de verificarse una baja de los valores de venta al público como preveía el gobierno.
Por ahora, mientras se esperan las mediciones del precios de junio del IPCVA y del propio INDEC, solo hay datos cerrados del Mercado de Liniers, donde en junio el precio promedio de la hacienda comercializada se ubicó en 146,1 pesos por kilo vivo. Este valor, con el freno exportador, resultó ser “apenas 0,2% mayor al promedio del atípico mayo” de este año y sólo 0,1% menor al promedio de los últimos cinco meses.
El documento de CICCRA afirma que el primer mes de cepo exportador mostró una suba importante del precio del MEJ (Macho entero joven), leves subas en novillitos y vaquillonas, una leve baja en el precio del novillo e importantes caídas, por segundo mes consecutivo, en los valores de los toros y de las vacas, categoría, esta última, que se destinaba al mercado chino.
“En el caso particular de las vacas, categoría particularmente afectada por la intervención del gobierno nacional en el comercio exterior de carne vacuna, el precio promedio cayó 11,4% entre abril y junio, llegando la caída a 13,2% en el caso de las vacas conserva inferiores y a 10,5% en el caso de las vacas conserva buenas”, se precisó.
Parece poco para compensar las fuertes subas de los meses previos, ya que entre junio de 2020 y junio de 2021 el precio promedio de la hacienda en pie registró un aumento de 96%. Las vacas lo hicieron en particular el 87%, casi diez puntos porcentuales menos. .
¿Y esta calma reciente de los precios de la hacienda vacuna benefició en algo al consumidor final? CICCRA apuntó que en la segunda quincena de mayo y primera de junio el precio promedio de los cortes vacunos comercializados en carnicerías y supermercados del AMBA aumentó un 7,8%, para luego descender apenas un 0,6% en la segunda quincena de junio, es decir, casi nada.