Los cooperativistas del agro nucleados en Coninagro decidieron, al llevar a cabo la asamblea general ordinaria número 67 en la historia de esa entidad, reelegir al mendocido Carlos Iannizzotto por otro mandato de dos años. Será secundado por el dirigente bonaerense Elbio Laucirica.
Iannizzotto, que proviene del sector vitivinícola, arrancó su segundo mandato con un tono muy conciliador para con el gobierno de Alberto Fernández, del cual es quasi-funcionario, ya que ocupa él mismo ocupa una silla en el directorio del INAES (Instituto Nacional de Economía Social) en representación de su entidad. “Hay otra agenda posible con el Estado”, enfatizó, tomando distancia de otras entidades de la Mesa de Enlace, como CRA o la Sociedad Rural, que hay vuelto a sostener un tono muy crítico para con las autoridades nacionales.
Per Iannizzotto, al hablar ante sus pares, insistió en que “pretendemos darle continuidad a la visión de Coninagro signada por aportes y propuestas desde el contenido. Por ello presentamos el documento el Campo y la Política, y el Acuerdo para la Inversión Productiva y el Empleo, en conjunta participación en diversas Mesas de Trabajo y ámbitos público-privado”, sostuvo. En todos estos frentes, por cierto, Coninagro mostró una gran independencia de acción respecto del resto del ruralismo.
El cooperativista mendocino, que proviene de Fecovita, no ocultó su creencia de que hay un amplio margen para trabajar con la actual gestión de Alberto. Incluso habló del organismo del que él forma parte y que se ocupa de los asuntos de cooperativas y mutuales. “En el INAES hicimos un gran trabajo. Es un hito que ese organismo haya pasado al Ministerio de Producción, con alianzas estratégicas y una economía solidaria unida. Hay un diálogo fructífero, conseguimos fondos de financiación para los sectores vitivinícola y lechero, por ejemplo. Necesitamos cada vez más dirigentes”, definió.
De hecho, utilizó los resultados de una encuesta encomendada por Coninagro a la firma Synopsis (de dónde surge que un 70% de los productores tiende a ver al Estado como un obstáculo para su desarrollo), para justificar su rol como una suerte de engranaje para intentar reconstruir esa relación entre el campo y la política pública. Dijo, en ese sentido, que “Coninagro sigue con su plan de crear puentes entre el sector público y privado, federalizar la economía y generar más empleo y trabajo desde la ruralidad”
“El cooperativismo cree que hay otra agenda posible con el Estado, un vínculo que incluya temas que mejoren la calidad del productor, del proceso productivo y de los productos elaborados”, comentó Iannizzotto.
Por su parte, Laucirica -que reemplaza a Norberto Niclis en la vicepresidencia y proviene de ACA- sintetizó: “Nos rigen los principios y valores del cooperativismo y la búsqueda del consenso y el respeto por nuestras instituciones, con participación, capacitación, integración y territorialidad. Con una mirada solidaria en búsqueda del agregado de valor, la producción de alimentos saludables en ambientes sustentables, por el trabajo y empleo genuino en las comunidades rurales del interior, aportando al resto de los sectores productivos por el bienestar de la gente”.