Carlos Garetto es productor cooperativista en Leones, Córdoba, y en 2008 la historia lo llevó a asumir muy rápido como presidente de Coninagro, una de las cuatro entidades que conformó la Mesa de Enlace. Ahora a la distancia analiza la situación desatada en torno a la aceitera Vicentin, que el gobierno ha decidido intervenir en medio de un multimillonario default, avasallando el concurso que se tramite en la justicia. “Me parece que hay un problema institucional mucho más grave que la lucha por la renta de la 125”, dijo a Bichos de Campo.
“No aprendimos; estamos repitiendo la historia. Los conflictos no se resuelven en el conflicto mismo o en las rutas, sino en una mesa de diálogo. Creo que en 2008 eso fue demasiado evidente”, agregó el cooperativista. Se preguntó además: “¿Para qué queremos generar conflicto si sabemos que la solución pasa por encontrar una mesa de diálogo en donde se sienten los actores y le den solución?”.
Para Garetto, Vicentin plantea un tema “netamente privado, mientras que en 2008 la discusión o el debate estaban en la renta. Hoy el debate está puesto en la institucionalidad del país. Es el Congreso el que debe decidir en última instancia qué camino toma con la actividad privada de este caso particular”.
“Es una pena esta intromisión del Presidente, pasando por arriba de la Justicia, porque si bien sabemos que la empresa está en default, también está en un proceso de concurso preventivo donde los acreedores están verificando su crédito”, se lamentó Garetto.
Mirá la entrevista completa realizada a Carlos Garetto:
-¿No estás de acuerdo con la intervención?
-Para nada. Ni la intervención ni la expropiación. Ya tenés un juez que puede pedir la intervención ante una sospecha acerca de un acreedor. Y si hay alguna irregularidad, puede pedir al juez que nombre un interventor para que controle, fiscalice y verifique. Si el Estado es acreedor, también podría el juez nombrar a un interventor por pedido de ese acreedor. De hecho, el Banco Nación tiene autonomía y es un acreedor más, por ende está en igualdad de derechos que los demás. Hablar de expropiación es imponer una fusión con una empresa del Estado que en definitiva es una subsidiaria de YPF Agro. Si hay que expropiar, primero tendrán que pasar por el Congreso y cumplir con todos los pasos legales que hacen a declarar la empresa de interés público.
-Uno de los argumentos del Estado en Vicentin es que así se permitirá que los productores cobren sus deudas…
-Los argumentos del Estado, de que hay que defender a esos productores que no pudieron cobrar, son situaciones que vivieron productores de todo el país en distintos momentos con consignatarios, ferieros, con empresas cerealeras. Esto hay que dejarlo muy en claro: el productor está expuesto a distintas contingencias climáticas, de mercado y de comercialización. Entonces, si voy a asistirlo cuando tiene un problema de comercialización ¿Por qué no asistirlo también ante una inundación o sequía? Me parece que ese argumento no tiene validez.
-En 2008 y ahora me da la misma sensación: empezamos discutiendo una cuestión técnica y terminamos discutiendo cualquier cosa. ¿Te da la misma sensación?
-Si, y te digo más: los argumentos que pone el Gobierno para entrometerse en una empresa privada hablan de una cuestión ideológica que no pudo lograr con la 125. También allá había un trasfondo mucho más profundo que la renta. En esto tengo un concepto bastante claro. Ideológicamente este Gobierno, desde su formación, tiene el concepto de manejar la renta.
Garetto, en ese sentido, señaló que “históricamente las mayores rentas del Estado Nacional fueron el seguro, el agro, la banca y la energía. El seguro está bastante atomizado, la energía la está manejando, la banca también a través del Banco Central, pero no ha podido manejar los recursos del agro. No pudo hacerlo con la 125 porque le falló en el Congreso el voto no positivo. Y ahora, la intromisión en una empresa cerealera también es pretender condicionar la operatoria de granos, en un momento donde los Estados nada tienen que ver con el sistema de comercialización de granos, sino que las mismas empresas que son exportadoras son importadoras en otro país; son subsidiarias ellas mismas”.
“La formación de los precios no depende del posicionamiento que pueda tener el país, sino que dependen de la oferta y demanda mundial, donde las empresas juegan libremente”, enfatizó el ex dirigente.
-¿Entonces, para vos el planteo es ideológico?
-Sin dudas. Esto es ideológico, y marca un lineamiento muy claro a futuro que es grave. El mundo no va para ese lado. Vamos a quedar un poco descolocados, más cuando Argentina tiene un fuerte componente de materia prima en la generación de alimentos, y el mundo los está demandando. Tenemos que ser inteligentes acerca de cómo potenciamos esas cualidades desde lo geográfico, político y ecológico, sabiendo que tiene una estructura de productores muy eficientes, porque es el único país del mundo que produce castigado con los impuestos que tiene. El Estado no tiene el know how para manejar esto; ni siquiera el movimiento cooperativo tiene estructura para manejar ese tipo de industria. El único que tiene esas cualidades es la empresa. Creo que van a cometer un error tremendo en la cadena productiva de la materia prima de alimentos que hoy tiene el potencial para solucionar los problemas del país.