El productor y contratista Carlos Fernández Favarón es precandidato a diputado nacional en Chaco por una inusual lista de unidad de Juntos por el Cambio, que lleva como candidatos a presidentes a los dos competidores a presidente de ese partido: Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich. De todos modos, él apoya decididamente a Bullrich y espera que gane en la interna.
Fernández Favarón nació como productor recién en 2003, con la irrupciónd e la soja en el norte. Es contemporáneo al kirchnerismo y dice que sufrió desde entonces todas las políticas en contra del sector que puso en marcha ese espacio político.
Llegó a sembrar algunos miles de hectáreas en sus mejores épocas, pero después las medidas contrarias y la crisis de la macroeconomía casi lo dejan fuera del sistema. En la campaña 2014/15 se achicó a 500 hectáreas y comenzó a pensar cómo sobrevivir para no quedar en la banquina, como les pasó a tantos otros.
“En 2008 teníamos 800 productores en el departamento Chacabuco, donde Charata es la ciudad cabecera. Hoy quedan sólo 250. Eso fue consecuencia del proceso de concentración económica en la zona”, define.
En este contexto, cuenta que “algunos nos reinventamos como prestadores de servicios, pero otros no pudieron, vendieron o dejaron sus campos y se fueron a engrosar los conurbanos. El productor mediano o chico desapareció y en el mejor de los casos alquila su tierra y obtiene una renta, pero es muy difícil que vuelva”, sostuvo.
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El productor chaqueño hace varios años que hace política gremial, pero no desde las entidades de la Mesa de Enlace -de las cuales es muy crítico- sino desde los grupos de autoconvocados que organizaron varias protestas, como la de San Nicolás en 2021.
“Allí dijimos que querían crear una Junta Nacional de Granos y no nos creyeron. Pero el dólar soja es eso, le ponen precio a la producción por debajo del valor del mercado, al que destruyeron con esas medidas, afectando más a los chicos que entregan la mercadería a fijar habitualmente. Yo me identificó con las ideas liberales y esto es totalitarismo”, enfatizó.
Fernández Favaron lamenta que las políticas oficiales no copien lo que hacen otros países: “Vemos anuncios en Brasil de políticas de ayuda por miles de millones de reales, lo que es una inyección que demuestra cómo el sector es valorado por la sociedad y el gobierno. Acá piensan que hacer políticas es destruir al sector cuando hay que dejar trabajar al que produce”, comparó.
El productor candidato enumeró las medidas que cree debería tomar un próximo gobierno, que espera sea conducido por Patricia Bullrich: “Hay que hacer un cambio con más profundidad y rapidez y ella está dispuesta a tolerar 14 toneladas de piedra”, se definió.
Entre las políticas necesarias mencionó la eliminación de las retenciones, “aunque sería mentirosos si dijese que se puede lograr el primer día”. También reclamó simplificar al sector, porque “hay toda una artillería burocrática que limita el desarrollo”. Finalmente pidió “generar políticas económicas y sectoriales que fomentan el crecimiento y que sean de largo plazo”.
Favarón añadió que es necesario agregar valor en las mismas regiones en las que se producen los granos. “Chaco es la tercera provincia productora de girasol y no tenemos una sola industria aceitera, somos la principal provincia algodonera, pero aquí se industrializa solo el 1,4%. Esto se debe a que la clase dirigente del Chaco en los últimos 40 años se preocupó por tener altos ingresos fiscales, ya que es la cuarta en el listado de la coparticipación y al mismo tiempo una de las más pobres. Evidentemente el Estado no es bueno asignando recursos”, reflexionó.