Los cambios climáticos que sufre el planeta y se ensañan sobre todo con los productores agropecuarios, que realizan su actividad al descubierto, obligan a repensar de modo permanente el sistema de seguros y a poner sobre el tapete la necesidad de una cobertura mayor que reduzca el riesgo de quienes producen.
En eso están las empresas aseguradoras que operan en nuestro país, las que ni lerdas ni perezosas comenzaron gestiones con el ministro de Agricultura, Luis Basterra, para ver la posibilidad de pensar en una cobertura integral destinada al sector, el famoso seguro “multirriesgo” que hasta ahora no pudo prosperar.
Basterra “nos escuchó, dijo que iba a estudiar el tema para armar planes pilotos”, comentó Carlos Comas, del Grupo Asegurador la Segunda.
Escuchá la entrevista completa con Carlos Comas:
La Segunda, mientras espera que el país se pueda dar un debate integral sobre los seguros agrícolas, apuesta por las suyas a sumar servicios y clientes. Por caso, este año lanzó una promoción con descuentos para los que hagan doble cultivo, como por ejemplo la rotación trigo-soja. En esos casos, que supone una mayor sustentabilidad, los productores tendrán una bonificación en la cobertura de las dos producciones.
Comas dijo que: “antes el beneficio era para el cultivo de segunda, pero apostamos a la sustentabilidad y a favorecer al productor en sus costos cuando hace rotaciones e incorpora cultivos”. Ese doble descuento implica una reducción del costo de producción en tiempos en los cuales la renta se ajusta por la presión impositiva, la suba de algunos insumos y los bajos precios en un escenario macroeconómico local y mundial complicado, añadió.
Comas cree que para reducir el riesgo del sistema agrícola es necesario que haya una mayor cobertura de parte de las aseguradoras. “En Argentina cuando hablamos de seguros decimos que el 50% de la hectáreas están aseguradas con coberturas de granizo y lo que falta son seguros para riesgos sistémicos como sequía y la inundación, fenómenos que abarcan grandes superficies y vemos que son cada vez más frecuentes”.
En el Gobierno que condujo Mauricio Macri hubo un intento por generar estas coberturas, pero la macroeconomía lo echó por tierra. El problema es que montra un sistema de seguros multirriesgo o por índices requiere de importantes desembolsos una vez que el clima afecta a la zona afectada.
La solución, dijo Comas está en las “interacciones público-privada”. Explicó: “Uno no puede asociar una cobertura por seca y que los productores paguen tasas excesivas. Hay que tener entonces una masa crítica elevada y que se puedan juntar gran cantidad de productores, quizás con algún subsidio”.
En nuestro país muchas veces se consideran esos subsidios a la producción como un gasto y no como el sostén de más inversiones que traen múltiples beneficios. Al respecto, el ejecutivo de La Segunda explicó que en otros lugares funcionan desde hace más de 40 años.
Dio el ejemplo de España: “Estuvimos el año pasado y ellos lo que querían (con estos seguros) es que el productor siga viviendo en el campo mientras que en Argentina (por no tener esas herramientas) las secas e inundaciones llevan a que la tierra cambie de manos y a que haya más concentración. No es sólo lo productivo sino lo social y cultural lo que hay que preservar” finalizó.