La empresa Bioceres, que hoy obtuvo el permiso de siembra de su variedad de trigo transgénico HB4, aclaró que en esta campaña 2022/23 no planea vender la semilla libremente a los productores, sino que seguirá adelante con su programa para producir ese grano modificado bajo un “sistema de identidad preservada”, para evitar así una posible contaminación con los trigos convencionales.
“Seguiremos produciendo mediante GeneracionHb4, nuestro sistema de Identidad Preservada, del que forman parte más de 250 productores y que nos permite garantizar la calidad y los más altos estándares de esta tecnología única en el mundo y 100% argentina”, escribió en su cuenta de tuiter el vocero de la empresa rosarina, Gabino Rebagliati.
La empresa viene produciendo desde hace dos campañas esta variedad bajo este mecanismos: cierra contratos con productores de diferentes regiones, especialmente socios de Aapresid, y los obliga a cumplir ciertos requisitos, a cambio de comprarles luego la producción a un precio más ventajoso. En la primera campaña sembró unas 6 mil hectáreas, y en el último verano cosechó nada menos que 52 mil hectáreas de las que cosechó cerca de 145 mil toneladas.
Otro día de grandes noticias para la #CienciaArgentinaAlMundo 🇦🇷🚀 El Ministerio de @AgriculturaAR autorizó la variedad de trigo HB4®, nuestra tecnología tolerante a la sequía desarrollada junto al equipo del @CONICETDialoga, liderado por la Dra. Raquel Chan, y la @UNLitoral. pic.twitter.com/K0fHuhL1LM
— Gabino Rebagliati (@gaboreba86) May 12, 2022
Esa producción, que debería servir para obtener la semilla, podría ser comercializada libremente a partir de la resolución dictada hoy por el Ministerio de Agricultura, que liberó las siembras del cereal modificado sin espera un aval de Brasil. Pero Bioceres aclaró a Bichos de Campo que la decisión por ahora no será vender semilla al mercado, sino continuar con el esquema actual, en el cual los lotes con HB4 están bien identificados y segregados del resto.
Esta decisión -que implicaría la producción en campos bajo identidad preservada y la utilización de los granos obtenidos hasta ahora en un molino especialmente acondicionado a tales fines- parece contradictoria con la supuesta necesidad que tienen los productores argentinos de ir contra con esta nueva tecnología, que otorga a las semillas de trigo mayor tolerancia a las situaciones de estrés hídrico, además de resistencia al herbicida glufosinato de amonio.
En rigor, el propio vocero de la compañía indicó que “en 2022, Argentina puede perder 500 mil hectáreas de trigo por la falta de agua, entre otros factores. En un contexto de cambio climático en el que las sequías son cada vez más frecuentes, esta noticia es esperanzadora para el futuro del país y del mundo”.